El conservador Marcelo Rebelo de Sousa se convirtió anoche en el nuevo presidente de Portugal, en sustitución del también político de centro-derecha Aníbal Cavaco Silva, en unas elecciones presidenciales que registraron una abstención de en torno al 50%, la misma cifra de hace cinco años.

Con el 98% de los votos escrutados, Rebelo de Sousa, de 67 años, lideraba el recuento de forma aplastante al obtener el 52,52% de los sufragios emitidos, lo que hace innecesaria la segunda vuelta.

El segundo clasificado es el exrector de la Universidad de Lisboa António Sampaio da Nóvoa, próximo al Partido Socialista (PS), con un 22,39% de las papeletas, y la tercera la eurodiputada del Bloque de Izquierdas Marisa Matías, con un 10,03%.

Matías fue la gran sorpresa de las presidenciales al cosechar casi el triple de votos que el candidato comunista Edgar Silva, que quedó en quinto lugar (3,89%).

El gran resultado obtenido por la aspirante del Bloco relegó al cuarto puesto a Maria de Belém, expresidenta de los socialistas portugueses, a la que las encuestas previas a la jornada electoral situaban en tercera posición con un porcentaje cercano al 16%, aunque apenas alcanzó el 5%.

El dictamen de las urnas confirma el vaticinio de los sondeos de las últimas semanas a favor de Rebelo de Sousa, quien fue líder del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) entre 1996 y 1999 y ejerció como secretario de Estado y como ministro de Asuntos Parlamentarios a principios de los años ochenta del pasado siglo.

Desde entonces, Rebelo de Sousa se mantuvo fuera de la vida partidaria y volvió a su actividad docente -es catedrático en la Universidad-, trabajo que compatibilizó con su condición de tertuliano, que es el perfil que más conocen de él los portugueses.

"Estuvimos a la altura, sin demagogia ni populismos", afirmó la derrotada exministra socialista Maria de Belém al reconocer su derrota sin paliativos.

De Belém, de 66 años, se vio salpicada esta semana por la polémica restauración de pensiones vitalicias para exdiputados y antiguos cargos gubernamentales, decretada por una sentencia del Tribunal Constitucional (TC).

La candidata socialista figuraba en la lista de 30 parlamentarios o exdiputados que pidieron al TC una apreciación legal para que les devolviesen las pensiones que les suspendieron en 2015 y que tenían derecho a recibir por tener más de 55 años y sumar doce años de servicio público.

El líder de la oposición en Portugal, el centro-derechista Pedro Passos Coelho, saludó ayer "la autoridad inequívoca" en el triunfo en las presidenciales de Rebelo de Sousa, con el que comparte familia política.

"Ganar en la primera vuelta le da una autoridad inequívoca", dijo Passos Coelho, líder del centro-derechista Partido Social Demócrata (PSD), fuerza de la que Rebelo de Sousa es uno de los fundadores.