Los talibanes silenciaron la muerte del mulá Omar para no mostrar debilidad

Los talibanes afganos han admitido por primera vez que mantuvieron en "secreto" durante más de dos años la muerte de su líder histórico, el mulá tuerto Omar, y que tan solo la conocían "unos pocos" allegados para no mostrar debilidad en plena lucha contra los "invasores extranjeros".

El grupo radical islámico ha difundido un comunicado en el que confirma la designación del mulá Mansur como nuevo líder. La nota informa de que Omar murió el 23 de abril de 2013. Inmediatamente después, la cúpula talibana proclamó su "lealtad" a Mansur, aunque la noticia permaneció en "secreto limitado". Los talibanes explican que "una de las principales razones" fue que en 2013 la OTAN aún tenía desplegadas tropas de combate en territorio afgano.

El comunicado hace gala de la fortaleza de la posición de Mansur, cuya llegada a la cúpula de los talibanes provocó una patente división que llegó al punto de que relevantes dirigentes mostraron su desafección hacia el nuevo líder.