La junta militar que gobierna Tailandia dejó ayer en libertad a 33 personas, incluido el primer ministro interino que depuso hace una semana en un golpe de Estado incruento, Niwattumrong Boonsongpaisan. El generalato justificó por primera vez ante la prensa internacional el golpe para evitar la caía del Estado y afianzar "la paz y el orden".