El presidente de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) francesa, Jean François Copé, dimitió ayer de su cargo por su implicación en un escándalo relacionado con la financiación irregular de la campaña de 2012 del expresidente francés Nicolas Sarkozy, que resultó derrotado por el actual homólogo socialista François Hollande.

Según varios dirigentes de la formación, Copé aceptó, durante una reunión del comité ejecutivo, dejar el puesto de forma efectiva el próximo día 15 de junio en una reunión de la mesa política de la UMP en la Asamblea Nacional, pero no se irá solo, sino con toda la dirección.

La crisis se intentará restañar con "un congreso de refundación" del partido en el mes de octubre. De aquí a entonces la dirección interina de la UMP correrá a cargo de tres exprimeros ministros: François Fillon, Alain Juppé y Jean-Pierre Rafarin.

Entre tanto, la exministra Valérie Pécresse presentó ante los periodistas franceses esta solución como una forma de "asumir la responsabilidad por una familia política que ha fallado colectivamente", subrayó.

Gastos de campaña

Este escándalo tiene su origen en el gabinete de comunicación Bygmalion, creado por dos próximos colaboradores de Copé, Bastien Millot y Guy Alvès, que según reconoció el lunes por boca de su abogado, emitió facturas por importe de más de diez millones de euros a cuenta de la UMP, cuando en realidad correspondían a gastos de la campaña presidencial de Sarkozy, que en 2012 buscaba la reelección.

De acuerdo con la versión ofrecida por el letrado de Bygmalion, Patrick Maisonneuve, ese montaje se organizó para encubrir el hecho de que Sarkozy había superado con creces el límite legal de gastos de la campaña.

Pese a todo, y además del actual escándalo, los gastos de 2012 ya le valieron a la UMP, en julio de 2013, una sanción del Consejo Constitucional por importe de once millones de euros.

Los directores de la campaña sostienen que Nicolas Sarkozy no estaba al tanto, pero la oposición no lo cree.