Los expertos en sustancias biológicas, químicas y nucleares de la Policía británica no han encontrado rastros de materiales peligrosos en la casa de Boris Berezovski, el oligarca ruso hallado muerto el sábado en su domicilio de Ascot, cerca de Londres, informaron ayer las fuerzas del orden.

El cuerpo de Berezovski -que vivía en el Reino Unido desde 2000 y era un crítico implacable del presidente ruso, Vladimir Putin- fue hallado en la bañera de su casa por uno de sus guardaespaldas, según los medios británicos.

A finales de 2006, un amigo de Berezovski, el exespía Alexandr Litvinenko, fue envenenado con la sustancia radiactiva polonio-210, contenida en una taza de té que tomó en un hotel de Londres.

Por ahora se desconocen las causas de la muerte del magnate, calificada por la Policía de "inexplicable", pero la prensa señalaba ayer que el fallecido estaba muy deprimido ya que había acumulado cuantiosas deudas. El oligarca se exilió en el Reino Unido a raíz de sus problemas con la Rusia de Putin.