Unos 25.000 palestinos participaron ayer en Hebrón en el entierro de Arafat Yaradat, cuya muerte en una prisión israelí el sábado ha desencadenado una ola de protestas por toda Cisjordania. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó transferir a la ANP todos los impuestos que Israel le adeuda para sofocar las protestas.