El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, sucumbió ayer a las presiones internacionales y aceptó una segunda ronda electoral, el próximo 7 de noviembre, ante las denuncias de fraude en la primera vuelta de las presidenciales de hace dos meses. Karzai mismo fue el encargado de anunciar en rueda de prensa, antes que la propia Comisión Electoral, que la invalidación de los votos fraudulentos de la primera ronda obligaba a una segunda, en la que se enfrentará al ex ministro de Exteriores Abdulá Abdulá.

Poco después, la Comisión Electoral difundió un comunicado que rebajaba al 49,67 por ciento los votos cosechados por Karzai en la primera vuelta, frente al 54,6 previamente anunciado, y fijaba para el 7 de noviembre la segunda ronda electoral.

Bajo la mirada atenta y aprobatoria del senador demócrata estadounidense John Kerry, el presidente aludió a los 1,3 millones de votos “sospechosos” de la vuelta del 20 de agosto, un millón de ellos en el sur del país, para convenir en que su Gobierno carecería de “legitimidad”.

Tras constatar que el fraude debe ser “profundamente investigado”, Karzai consideró que este es el momento de “avanzar hacia la estabilidad y la unidad nacional”. El presidente pidió a los afganos que aprovechen la oportunidad y demuestren su “resolución” acudiendo masivamente a las urnas. En la primera ronda, la participación oficial quedó fijada en el 38,7%.

Tras recordar que apenas quedan dos semanas para la nueva convocatoria, Karzai instó a la comunidad internacional a cumplir con su promesa de garantizar seguridad a los votantes afganos. “El pueblo necesita poder ir a votar libre de amenazas para que puedan construir el país con el poder de sus votos”, demandó.

Kerry, por su parte, elogió el anuncio “generoso, elocuente, elegante y significativo” de Karzai -que escuchó sus palabras con gesto adusto- y el “liderazgo genuino” que ha demostrado aceptando una segunda vuelta.

El senador destacó que la decisión del presidente permite convertir en un “momento de oportunidad” el actual “momento de incertidumbre” que vivía Afganistán. EE UU había advertido de que no enviaría más tropas al frente afgano hasta que no tuviera clara la legitimidad del nuevo Gobierno.

Proceso creíble

El presidente de EE UU, Barack Obama, aplaudió ayer el anuncio del presidente afgano, Hamid Karzai, de que habrá una segunda vuelta electoral en ese país el próximo 7 de noviembre.

La decisión de Karzai “es un paso importante para asegurar un proceso creíble para el pueblo afgano que conlleve a un Gobierno que refleja su voluntad”, dijo Obama en un comunicado divulgado por la Casa Blanca.

“Aunque esta elección podría haber permanecido sin solución, para detrimento del país, las acciones constructivas del presidente Karzai establecieron un precedente importante para la nueva democracia en Afganistán”, agregó el mandatario.

Según Obama, la aceptación de una segunda vuelta electoral fortalece la Constitución y las leyes en Afganistán, lo que a su vez protege al pueblo afgano. “Felicito al pueblo afgano por la paciencia y flexibilidad que han mostrado en este proceso electoral. Dada la historia reciente de Afganistán, es extraordinario que lograran superar las amenazas y la violencia”, señaló.