El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y el vicepresidente, Joe Biden, fueron ayer trasladados durante algunos minutos a un lugar seguro después de que una pequeña avioneta violara el espacio aéreo restringido sobre Washington.

El piloto de la avioneta, un aparato Cessna, respondió enseguida a las indicaciones de las autoridades estadounidenses y despejó la zona escoltado por helicópteros de la Guardia Costera y dos aviones caza F16.

Los Servicios Secretos estadounidenses ordenaron al producirse la alarma la evacuación de los jardines delanteros de la Casa Blanca y de parte de los edificios del Congreso después de que la avioneta violase por error el espacio aéreo restringido.

Una portavoz de la Policía del Capitolio explicó que las autoridades se pusieron en contacto con el piloto y supervisaron minuciosamente todos los movimientos de la avioneta, de la que inicialmente no había trascendido tipo ni tamaño. Tras el miedo inicial, la normalidad regresó a las dos localizaciones afectadas.

Durante diez minutos, tanto el presidente como su segundo, comprobaron cómo los Servicios Secretos ordenaban rápidamente su desalojo.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, que no quiso abundar en detalles, afirmó que el presidente “fue brevemente reubicado por simple precaución”. Desde el 11-S, el espacio aéreo de Washington está muy restringido.