El Malaspina Castle, construido en 1981, lleva bandera panameña, y es operado por una compañía italiana, según el centro, que puntualizó que de momento son pocos los detalles sobre el suceso.

No obstante, se estima que la tripulación, de varias nacionalidades, se encuentra bien, añadió.

El Ministerio británico de Asuntos Exteriores y la Organización Marítima Internacional (OMI) informaron de que investigan el caso.

El secuestro ocurrió pese al aumento de las patrullas navales en la zona en respuesta al alza de estos casos en las últimas semanas.

La captura del carguero fue condenada hoy por el sindicato que agrupa a los capitanes de buques, Nautilus, que pidió a los Gobiernos que tomen medidas más fuertes contra la piratería.

"En los últimos diez años, la mayoría de los Gobiernos no han hecho lo suficiente sobre esto. Más recientemente, se han visto motivados a actuar y hay una fuerza de coordinación naval de la Unión Europea (UE) que patrulla el Golfo de Adén", indicó hoy el ayudante de la secretaría general de Nautilus, Mark Dickinson.

"No estoy seguro de que esto sea algo para largo plazo y también estoy preocupado de que los piratas puedan empezar a tomar barcos lejos de las áreas vigiladas", agregó Dickinson.

"En Somalia -dijo-, la piratería es algo importante, una industria exitosa y las autoridades de allí tienen que actuar. Los piratas son tratados como héroes locales".