Más de 200 bomberos, un centenar de soldados y 300 miembros de protección civil junto con voluntarios ha sido el personal necesario para contener las llamas que se extendían a principios de semana por la isla egea.

"Los incendios se encuentran ahora bajo control, pero seguimos bajo alerta en el caso de que se abra otro frente de repente", declaró un bombero anónimo, que informó de que no tiene constancia de nuevos heridos como consecuencia del peor incendio de los más de cien que han asolado Grecia este verano y que han servido de recordatorio del que tuvo lugar el año pasado, que causó la muerte de 65 personas y que obligó a las autoridades a declarar una emergencia nacional.