Siria y Líbano anunciaron ayer su disposición a establecer relaciones diplomáticas y abrir embajadas en sus respectivas capitales, por primera vez desde su independencia hace más de 60 años.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, hizo el anuncio, que calificó de "histórico", en una rueda de prensa en París junto a los presidentes de Siria, Bachar al Asad; Líbano, Michel Sleiman, y el emir de Qatar, jeque Hamad Bin Jalifa al Zani.

Bachar al Asad confirmó posteriormente "el intercambio de embajadas" entre los dos países y resaltó el apoyo de su país a la normalización política del Líbano. Sarkozy precisó que todavía quedan algunas "cuestiones jurídicas" por resolver y que lo que se ha iniciado es "un proceso", aunque insistió en la importancia del compromiso de los presidentes sirio y libanés.

Fuentes diplomáticas resaltaron la voluntad de los dos países de trabajar rápidamente y que los plazos para la apertura de las legaciones diplomáticas podrían estar finalizados para la visita de Sarkozy a Siria, también anunciada ayer, que tendrá lugar a mediados del próximo mes de septiembre. El presidente sirio resaltó la importancia de los acuerdos de Doha en la normalización política del Líbano y mostró su apoyo "al diálogo nacional" en ese país.

"Doha ha puesto al Líbano en el carril. Los libaneses tienen todo el derecho del mundo a decidir su futuro y nuestro deber es apoyar al Líbano ahora y en el futuro", dijo el presidente sirio.

Cumbre

El encuentro entre los presidentes sirio y libanés, bajo el auspicio de Sarkozy, fue el más importante de los que se mantuvieron antes de que comience hoy, domingo, la cumbre de la Unión por el Mediterráneo, que reunirá a 43 jefes de Estado y de Gobierno de la UE y de la orilla sur de dicho mar. Sleiman destacó el objetivo de su país de "reforzar los lazos con Siria" a la vez que el Líbano reafirma "su soberanía" y desempeña el papel que le corresponde en Oriente Medio.

El nombramiento de Sleiman como presidente del Líbano se forjó tras el acuerdo logrado en Doha (Qatar) a finales de mayo pasado por las principales fuerzas políticas libanesas, tras una crisis política que se arrastraba desde finales de 2007.