La intensidad de los ataques que se llevan a cabo motivó que un sector de la oposición calificara de "campaña sucia" la emprendida por el gubernamental Partido Colorado, que gobierna el país desde hace 61 años, contra el ex obispo católico Fernando Lugo.

Lugo, candidato presidencial de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC) y favorito en las últimas encuestas de intención de voto, apareció en los afiches de los "colorados" con su rostro y un uniforme camuflado y con el calificativo de "embajador en Paraguay de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)".

La asociación del ex obispo con las FARC en ese cartel, cuya autoría fue atribuida a una agrupación juvenil oficialista, está en sintonía con las aseveraciones de varios dirigentes del Partido Colorado, cuya candidata a la Presidencia es la ex ministra de Educación Blanca Ovelar.

El propio jefe de Estado, Nicanor Duarte, ha vinculado en reiteradas veces a Lugo con dos sonados casos de secuestro, incluido el que acabó con la vida de Cecilia Cubas, hija del ex presidente paraguayo Raúl Cubas (1998-1999), en febrero de 2006.

La Fiscalía involucró a miembros de las FARC en el asesoramiento de las negociaciones de la banda de secuestradores con la familia Cubas, que pagó alrededor de 300.000 dólares por la liberación de la joven.

Por su parte, el minoritario Partido Movimiento al Socialismo (P-MAS), que integra la APC, aprovechó a mediados de febrero pasado el brote epidémico de fiebre amarilla, que causó ocho muertos, para ridiculizar a los candidatos del oficialismo.

Los carteles del P-MAS incluían la imagen del mosquito "Aedes aegypti", que transmite esa enfermedad, con los rostros de Duarte, quien encabeza la lista de candidatos al Senado del Partido Colorado, y de Ovelar, y jeringuillas con la inscripción: "Que se enfermen ellos".

Un sector de la oposición y los medios de prensa acusaron a la agrupación gubernamental de utilizar la campaña masiva de vacunación contra ese mal para buscar el respaldo de la población en las próximas elecciones.

El P-MAS también encabezó una marcha de protesta el 11 de febrero pasado contra el mandatario, para intentar entregarle un pasaje de avión sin retorno a España, principal destino de la emigración de paraguayos en los últimos años.

El caso más reciente de ataque en la propaganda electoral motivó, incluso, el envío de una carta de la Embajada de Bolivia en Asunción al general retirado Lino Oviedo, candidato de la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace), solicitando la exclusión de la fotografía del jefe de Estado boliviano, Evo Morales, de sus afiches.

En dicho afiche aparece la fotografía de Morales junto a la del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y de Lugo, a quien acompaña como candidato a la vicepresidencia Federico Franco, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), segunda fuerza electoral en el país.

En otra fotografía, Oviedo, quien considera a Lugo afín a Chávez y Morales, aparece al lado de los jefes de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Argentina, Cristina Fernández.

Las imágenes de Lugo, Morales y Chávez figuran bajo el título: "Conflicto" y frases como "Incumplimiento de contrato. República Bolivariana. Crisis económica. Falta de Trabajo. Fuga de capitales y más conflictos".

Bajo la foto de Oviedo, Lula y Fernández, sin embargo, se lee: "Respeto a los contratos. Reformas estructurales. Crecimiento económico. Trabajo. Inversiones. Más empleos".

Pese a la prohibición decretada por un juez electoral, estos afiches volvieron a ser publicados el pasado jueves en los diarios asuncenos, pero modificados y con la palabra "censura" sobre las fotografías de Morales, Lugo y Chávez, y con una variante similar, pero sin las imágenes de los tres citados, mientras que sobre Lula, Oviedo y Fernández se lee: "Libertad".

También la Embajada de Venezuela en Asunción manifestó en una nota remitida al Tribunal Superior de Justicia Electoral el descontento de su Gobierno y señaló que es una falta de respecto "al pueblo venezolano y al jefe de Estado".