El más mortífero de ellos, que causó la muerte de 20 iraquíes y la herida de otros 26, fue cometido por un suicida con un camión bomba contra una comisaría del barrio de Al Daura, en el sur de la capital, precisaron las fuentes.

Según dichas fuentes, el suicida intentó empotrar el vehículo en la comisaría al filo de las 11:00 hora local, (08:00 GMT) pero una valla de hormigón se lo impidió por lo que detonó la carga explosiva en la entrada del edificio.

El estallido causó la destrucción de una gran parte de la comisaría y daños en viviendas vecinas, afirmaron las fuentes, que revelaron que tras el atentado grupos armados atacaron las patrullas policiales que intentaron acercarse al lugar, por lo que se vieron obligadas a pedir apoyo aéreo estadounidense.

También en el sur de la capital, un civil murió y otros cuatro resultaron heridos en un ataque con proyectiles de mortero a unas viviendas ubicadas en el barrio de Abu Dechir.

La jornada de violencia se expandió a unos 470 kilómetros al norte de Bagdad, en la localidad de Telafar, donde 10 personas perdieron la vida cuando un suicida entró en una pastelería y detonó la carga explosiva que llevaba adosada al cuerpo, confirmó a Efe Neyem Abdulah, responsable de la seguridad local.

Entre las víctimas mortales se encuentran dos policías, indicó la fuente que agregó que la explosión causó daños enormes en varias tiendas del mercado.

Además, a unos 50 kilómetros al sureste de Telafar, en la ciudad de Mosul (norte iraquí), dos policías fueron acribillados por desconocidos en dos ataques separados, mientras que en la ciudad suní de Tikrit, unos 170 kilómetros al norte de Bagdad un grupo armado asesinó a tiros a una familia de cuatro personas, entre ellas un niño de seis meses.

También el noreste de Irak, junto a la frontera siria, fue escenario de tres atentados con coches bomba, conducidos todos por terroristas suicidas, que dejaron 20 muertos y 35 heridos.

El primero de ellos explotó en la comisaría de Saada, 20 kilómetros al sur de Al Qaim, la ciudad más importante de la región fronteriza; el segundo, en la comisaría de Karabela, a diez kilómetros de Al Qaim; mientras que el tercero lo hizo en la comisaría de Al Abidi, 40 kilómetros al sur.

La mayoría de las víctimas son policías que se encontraban en las inmediaciones de esas comisarías.

Las autoridades de la región de Al Qaim han impuesto el toque de queda hasta nueva orden.

Al sur de Bagdad, la explosión de un camión bomba conducido por un suicida dejó al menos ocho iraquíes muertos y otros 34 heridos en las inmediaciones de la mezquita del Imán Al Mahdi, en una localidad próxima a la ciudad de Hilla, unos 100 kilómetros de la capital, precisaron portavoces de seguridad.

Por otra parte, la policía anunció el hallazgo de 35 cadáveres de personas asesinadas a tiros y con señales de tortura en diferentes zonas de la capital y en la localidad de Faluya, unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad.

Veintiséis de esos cuerpos, la mayoría de los cuales tenían los ojos vendados y maniatados, fueron trasladados al principal depósito de cadáveres de la capital a fin de ser identificados por sus familiares.

Los otros nueve cuerpos, también acribillados, fueron encontrados en un lugar del centro de Faluya, ciudad que en los últimos días ha sido escenario de enfrentamientos entre tropas iraquíes y estadounidenses y grupos armados.