El Gobierno israelí acordó ayer, por una amplia mayoría de 19 votos a favor y 2 abstenciones, mantener el boicot al nuevo Ejecutivo de unidad nacional palestino, integrado por miembros de Al Fatah y Hamás, informan medios locales.

El Ejecutivo israelí respaldó así la propuesta del primer ministro, Ehud Olmert, de no reconocer al nuevo Gobierno palestino, que ayer comenzó su andadura después de que sus ministros jurarán el sábado sus cargos.

En la reunión de ayer del Gabinete Nacional israelí, los dos ministros que se abstuvieron fueron Raleb Majadale, del Partido Laborista y representante de la minoría árabe del país, y la ministra de Educación Iuli Tamir, del mismo partido.

Olmert afirmó, no obstante, que seguirá sus contactos con el presidente palestino, Mahmud Abás, sucesor de Yaser Arafat al frente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) -que firmó los acuerdos de Oslo (1993) con Israel- pero no con los integrantes del nuevo Gobierno, según las fuentes.

A Abás "le exigiremos el cumplimiento de las promesas que me hizo: impedir el disparo de cohetes Al Kasam desde Gaza a Israel, liberar al soldado Guilad Shalit (capturado el año pasado por comandos palestinos) y en esto no estamos solos", dijo Olmert, que añadió: "Esperamos que la comunidad internacional no se equivoque con relación al nuevo gobierno palestino y siga manteniendo el aislamiento (impuesto al anterior) pues no reconoce los principios del Cuarteto de Madrid".

El ministro palestino de Exteriores, Zeyad Abú Hamer, un independiente cercano a Al Fatah, y el de Finanzas, Salam Fayad, líder del Partido de la Tercera Vía, viajarán esta próxima semana a Europa, EE UU y a países árabes a fin de exponer y explicar los objetivos del nuevo Gobierno palestino, encabezado como el anterior por el primer ministro Ismail Haniye, de Hamás.

La negativa de Olmert a reconocer al nuevo Ejecutivo palestino se debe, según dijo, a que no cita en su programa de gobierno los principios de la comunidad internacional que exigen a los palestinos el final de la violencia y el reconocimiento del Estado de Israel.