Si se sufre un accidente, lo primero es autoexplorarse para asegurase de no haber sufrido ningún daño físico. De ser así y contar sólo con daños materiales, la Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda llegar a un acuerdo con la otra parte implicada, para cumplimentar el parte amistoso de las compañías de seguros, para que sean éstas las que se encarguen de la reparación de los daños.

Letra clara y mayúsculas

En la parte central es donde se determinan las causas del siniestro. Ahí debe elegirse entre vehículo A y B, y marcar las casillas que se ajusten a las maniobras que se han efectuado. La parte contraria debe a hacer lo propio con su casilla correspondiente. Si ninguna de las 17 circunstancias descritas en el parte se ajusta a su caso, no se debe marcar ninguna casilla. En este caso solo se rellenará el campo “Observaciones” con la descripción de lo ocurrido. A esta información le acompañará un croquis o dibujo esquemático de la situación del accidente, que realizarán los implicados indicando muy claramente qué vehículo es el A y cual el B. Siempre que sea posible es recomendable enviar a la compañía aseguradora fotografías del siniestro y de los daños ocasionados al vehículo. Y por supuesto el parte de accidentes una vez cumplimentado y firmado por ambas partes. Si no se está de acuerdo con los hechos nunca se debe firmar, ya que con la rúbrica se acepta el parte amistoso.

Si no hay acuerdo

Si no hay entendimiento entre las dos partes porque por ejemplo no hay consenso sobre las causas que originaron el accidente, se debe llamar a la Policía Nacional o la Guardia Civil. Y si el otro conductor se niegue a colaborar, se recomienda tomar nota de los datos que puedan servir para identificarlo, el número de matrícula, los datos de los testigos presenciales del hecho, etc. También si los daños materiales son graves.