El Audi TT es como los buenos vinos, con el paso de los años ganan en presencia y estilo. La nueva generación de este prestigioso modelo llega con nuevas motorizaciones que ofrecen un rendimiento mejorado. El 40 TFSI, con 197 CV, es el escalón de acceso y el modelo de la prueba; continuando con el 45 TFSI de 245 CV.

El Audi TT mantiene las dimensiones con respecto a su predecesor. Sus 4,19 metros de largo vienen cargados de espíritu deportivo y una estética inigualable. El modelo de la prueba viene equipado con al acabado S line, que acentúa la deportividad con unas líneas que lo hacen mucho más expresivo. Además, el color Amarillo Vegas del modelo de prueba provoca miradas de admiración cuando circulamos .

La exclusividad del modelo se traslada al interior del vehículo. Es un 2+2, es decir, dos plazas delanteras cómodas y dos traseras destinadas a personas no excesivamente altas, o a niños, ya que en caso contrario los viajes podrían ser duros. Pasa lo mismo cuando un conductor de edad quiere salir del coche, ya que su poca altura con respecto al suelo provoca ciertos problemas para salir, pero que se dan por buenos por la sensaciones que se tienen al volante. A pesar de su estética, el maletero ofrece unos buenos 305 litros de capacidad, lo que permite múltiples opciones.

El puesto de conducción está orientado al conductor, que controla todas las funciones del vehículo. Tres amplias tomas de aire ocupan la parte superior de una consola central en donde destaca la rueda que permite seleccionar todos los menús del vehículo. Toda la información se refleja en el Audi virtual cockpit de 12,3 pulgadas, que nos permite dos tipos de vista, el clásico y el modo infotainment, en donde el navegador cobra un papel muy destacado.

En esta ocasión hemos sometido al vehículo a una intensa prueba de algo más de seiscientos kilómetros, con tramos de intensa ascensión y otros en los que el pavimento no estaba en las mejores condiciones. La respuesta del motor es extraordinaria, consiguiendo la potencia desde muy abajo, con un sonido que, la verdad, invita a bajar un poco más el pié del acelerador. A partir de los 120 kilómetros por hora, se despliega un alerón trasero que ayuda en la aerodinámica, puesto que en los tramos con mal asfalto, y a altas velocidades, esas irregularidades se trasladan al interior.

Destaca que Audi indica es la hoja de especificaciones del coche, un consumo medio de 7,1 l/100 Km, y la verdad es que es de las pocas veces que los datos se ajustan a la realidad, puesto que en esos más de seiscientos kilómetros le hemos hecho un consumo de 7,2 l/100 Km.