Es habitual que las marcas y concesionarios de automóviles dirigan sus campañas publicitarias a aquellas personas que puedan estar pensando en adquirir un vehículo en un futuro no muy lejano. Grandes y llamativos anuncios en la prensa, grandes descuentos económicos, impactantes regalos, todo lo inimaginable para hacer llegar el mensaje a los posibles compradores.

En Citroën PSA Retail Vigo le dieron un giro radical a las campañas publicitarias, y centraron toda su atención en los más pequeños para llegar a sus padres y familiares. Por ello ingeniaron una acción curiosa, pero al mismo tiempo llamativa, en la que los más pequeños fueron el centro neurálgico. Dos días antes del día de Reyes, colocaron un Citroën C5 Aircross en el Centro Comercial Gran Vía con un único objetivo, que los más pequeños lo pintaran con sus manos.

Al principio todos miraban de reojo a sus padres, ya que nadie se pensaba que podrían hacer lo que al final hicieron. Por ello, al ver que recibían el visto bueno de sus progenitores, mojaron sus manos en pintura y fueron cubriendo todas las partes de un coche que llegó con un blanco inmaculado, pero que salió con una mezcla de colores increible. No se salvó absolutamente nada, puesto que hasta unas bonitas llantas de aluminio negras sufrieron la creatividad de los más pequeños, todo ello bajo la atenta mirada de sus padres.Una acción que aproximo a los más pequeños a la marca Citroën de una forma original y creativa durante las vacaciones navideñas.