El medio centenar de pilotos que participen del 4 al 6 de octubre en el Motorshow Autoclássico Porto deberán afrontar un salto de 28 metros en mitad del recorrido, así como negociar chicanes, giros a isletas y otras duras exigencias del novedoso trazado que ultima el Clube Automóvel de Lousada, nuevo organizador de la prueba.

El salto, una enorme rampa con zona de amortiguación, ya fue estrenada en el Street Stage del Rally de Portugal de 2018, dentro del WRC, donde los pilotos mundialistas tuvieron ocasión de volar ante el público. La prueba transcurrirá sobre un circuito exterior de asfalto de 1.600 metros, prácticamente una lucha total contra el crono en una milla de distancia, que el año pasado agradó a los miles de aficionados concentrados, pues es rápido y técnico.

La prueba del Motorshow, a la que se accede gratis con la entrada general del Salón AutoClássico Porto, empezará con prácticas libres el viernes 4 y calificaciones el sábado 5 y domingo 6.