La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un trámite obligatorio para los vehículos que han cumplido cuatro años de antigüedad y que siempre genera cierta preocupación entre los conductores cuando acuden a pasarla.

Por lo general, todos procuramos tenerlo en condiciones óptimas, pero hay elementos que se pueden deteriorar.

Aspectos a revisar

Los neumáticos. Atentos a la profundidad del dibujo: debe ser superior a 1,6 milímetros en todas las ruedas, si es inferior o tenemos zonas desgastadas tendremos problemas en la inspección. Tampoco deben presentar un desgaste anormal de la banda de rodadura ni cortes.

Las luces. Conviene revisar todo el sistema de alumbrado: luces de posición, cruce, largas, intermitentes, freno, marcha atrás y antiniebla.

Limpiaparabrisas. Nos pedirán que activemos el limpiaparabrisas para comprobar que las escobillas barren correctamente y que el líquido del depósito sale por los difusores.

Cinturones de seguridad y puertas. Comprueba que todas las puertas del vehículo abren y cierran sin problema y que los pretensores de los cinturones funcionan correctamente.

Sistema de frenado. Comprobará que no haya descompensación en la frenada o una fuerza de frenada menor que la requerida. Comprueba los discos y pastillas, así como la tensión del freno de mano.

Aceite. Comprueba el nivel para garantizar que no se producen fugas.

Suspensión. Rotulas, amortiguadores y muelles deben estar perfectos. Comprobará que cumpla con los criterios de homologación del vehículo.

Emisiones. Es aconsejable rodar a más revoluciones por minuto para limpiar el hollín que se acumula en el escape.

Carrocería. No puede haber desperfectos de importancia en los faros ni en los retrovisores. La matrícula no debe estar doblada o desgastada. Las lunas no deben tener grietas ni marcas que puedan causar rotura.