La base del T-Cross es, como en el Polo, la plataforma modular transversal (MQB). Como su modelo hermano, el nuevo T-Cross se produce en la fábrica de Volkswagen en Navarra, algo que reviste una especial importancia para la planta española, ya que es la primera vez en su historia que Volkswagen Navarra fabrica un segundo modelo. La producción del nuevo Polo y del T-Cross supondrá una inversión de cerca de 1.000 millones de euros en la planta Volkswagen Navarra hasta finales de 2021.

Se trata, además, de una apuesta a largo plazo, puesto que el segmento de los SUV urbanos es el principal motor de crecimiento de las ventas de automóviles en España, con incrementos por encima del 45%. Está previsto que la demanda de los SUV compactos y urbanos se duplique en la próxima década.

A pesar de sus medidas compactas, el Volkswagen T-Cross ofrece la apariencia y las líneas emocionales de un SUV, tanto en el interior como en el exterior. El aspecto individual y desenfadado del T-Cross incluye elementos que certifican su pertenencia la familia de SUV de la marca, como el imponente frontal, los grandes pasos de rueda y una parte trasera especialmente amplia y dinámica, recorrida transversalmente por una banda reflectora enmarcada en un embellecedor negro que acentúa su presencia y vitalidad.

El interior se beneficia de un concepto especialmente innovador y flexible. Muy espacioso, su mayor ventaja radica en su gran versatilidad: gracias a la banqueta trasera desplazable, el maletero puede disponer de entre 385 y 455 litros. Si se abate el asiento trasero, el volumen aumenta hasta los 1.281 litros, el maletero más grande de su categoría.

MOTORIZACIONES en gasolina y diésel

Se podrá elegir entre los motores 1.0 TSI de 95 CV con cambio manual de 5 v. o el de 115 CV disponible con cambio manual de 6 v o de doble embrague DSG de 7 v. En unas semanas estará el 1.6 TDI de 95 CV, y más adelante por el 1.5 TSI de 110 kW/150 CV.