Carey, de 35 años, es candidata a ocho premios Grammy en la cuadragésima octava edición de estos galardones musicales.

Además, es la única artista que este año aspira al triunfo en las tres categorías más importantes: mejor álbum por "The Emancipation of Mimi" y mejor grabación y mejor canción por "We Belong Together".

Mariah ha vivido en sus propias carnes el vapuleo de la industria del espectáculo.

En poco más de una década, esta intérprete con sangre venezolana en sus venas pasó de ser la revelación musical del momento a ver su carrera por los suelos, para reavivar ahora el talento que hubo bajo esa fachada de diva o de esas crisis nerviosas.

Y esta evolución propia de películas de Hollywood como "Ha nacido una estrella" son del gusto del público y aún más de los 12.000 miembros con derecho a voto que deciden el futuro de los Grammy.

A día de hoy, "The Emancipation of Mimi" ha vendido 5,2 millones de copias en Estados Unidos.

Y en el caso de "We Belong Together", el tema estuvo catorce semanas al frente de las listas de los sencillos más escuchados.

Aun así, Carey sabe lo que es fracasar incluso cuando todo está de su lado y hace una década los Grammy le dieron una clara muestra de lo amarga que es la derrota. Más aún delante de las cámaras.

Con seis candidaturas a este gramófono dorado, la intérprete se quedó sin ningún premio y una cara larga que fue incapaz de disimular mientras veía cómo Alanis Morissette y su "Little Jagged Pill" se quedaba con los trofeos que creía suyos.

Como bien dice la crítica especializada, los gustos de los Grammy suelen ser impredecibles.

Además, en esta 48 edición la competencia es dura, llena de otros favoritos que saben tocar la fibra sensible de los académicos o que son malos perdedores.

A esta última categoría pertenece el rapero Kanye West, también aspirante a ocho premios Grammy, entre ellos, el de mejor grabación del año por "Gold Digger" y mejor álbum por "Late Registration".

Durante la última entrega de los Grammy, West dejó claro su enfado cuando se quedó sin los mayores premios de la velada a pesar de los tres galardones que obtuvo en otras categorías por su primer álbum, "The College Dropout".

En esta ocasión, la obra de West vuelve a ser la preferida entre la crítica.

"La Academia ganaría en credibilidad, si West gana", afirma la revista Variety.

Pero su victoria está en duda, especialmente en la categoría de mejor álbum.

Junto a West y Carey compiten el veterano Paul McCartney, la popular Gwen Stefani y los favoritos de los Grammy, los irlandeses U2.

Esta será la primera edición de los Grammy en la que el ex miembro de The Beatles formará parte de este espectáculo musical de tres horas de duración.

Además, McCartney está a punto de cumplir los 64 años, edad señalada por una de sus canciones más populares, así que el voto nostálgico puede favorecer a su "Chaos and Creation in the Backyard".

El álbum "Love. Angel. Music. Baby", de Stefani, tiene a su favor la popularidad de su intérprete, así como el embarazo de esta cantante que también se podría alzar con el premio.

Y U2 ha demostrado su éxito a la hora de cosechar premios en ocho ediciones anteriores de los Grammy, por lo que su último álbum: "How to Dismantle an Atomic Bomb", no tiene por qué ser diferente.

Expectativas aparte, la atención de esta nueva edición de premios Grammy estará puesta en los números musicales que desfilarán por el escenario del estadio polideportivo Staples de Los Angeles, donde tendrá lugar la ceremonia.

De todos ellos, el más esperado es el de Madonna junto al cuarteto virtual Gorillaz, la combinación de la llamada "chica material" con el sonido de una banda cuyos integrantes son personajes de dibujos animados a quienes pone voz el componente de Blur, Damon Albarn.