El nuevo Plan General, si el pleno y la Xunta lo respaldan tal como está redactado, supondrá un balón de oxígeno para los propietarios de más de un millar de viviendas y bajos comerciales en las urbanizaciones con sentencias judiciales en contra, en algunos casos con apremios de derribo. El equipo redactor recoge en el documento las grandes zonas residenciales ilegalizadas por los tribunales al considerar que "encajan con los criterios del nuevo planeamiento", lo que daría oportunidad a regularizarlas. Así, se recogen como están el ámbito de Jacinto Benavente (180 viviendas y un centro comercial), el bloque afectado de A Pastora y la docena de chalés de Canido. En los edificios de Rosalía de Castro, donde viven 500 familias, no hay órdenes de derribo, pero un edificio de 56 viviendas está amenazado de desalojo, y las 450 viviendas restantes y los bajos carecen de licencia de primera ocupación. También en este caso se abriría una puerta a legalizar su situación y sacarlas del limbo legal en el que están. En cuanto a las Torres Ifer de García Barbón, el Concello tramita ya un Plan Especial que autoriza 24 plantas.

El llamado Piricoto y los apartoteles de Samil forman un grupo aparte. El primero, el bloque de la colina de Castrelos (182 propietarios), también se amoldaría al nuevo ordenamiento, aunque los afectados tendrían que presentar un proyecto de medidas correctoras para reducir el impacto paisajístico. En cuanto a los apartoteles de Samil (230 viviendas), donde existen varios bloques con orden de demolición y otro en el que se insta al desalojo, el Plan sólo admite el uso hostelero en todo el frente, con lo que los propietarios de los inmuebles deberán adaptarse a la nueva norma.

Las cascada de sentencias contra el Concello, además de amenazar las propiedades de unos 950 afectados, daría pie, de ejecutarse los derribos, a que los propietarios reclamasen indemnizaciones multimillonarias por los perjuicios ocasionados. El gerente de Urbanismo, Javier Rivas, achaca los fallos judiciales "a una mala instrumentación, en su momento, del planeamiento urbanístico", y sostiene que las urbanizaciones "son compatibles con los criterios del nuevo PGOM".

El documento en fase de tramitación asume las citadas áreas residenciales, pero los afectados tendrían que realizar los trámites pertinentes para abrir la puerta a la regularización. Los vecinos de la colina de Castrelos deberán volver a solicitar licencia y presentar un proyecto de reducción del impacto paisajístico del edificio. "Entendemos que debe ser la comisión provincial de Patrimonio la que lo informe", comenta Rivas. La ficha del Plan para O Piricoto expone que el Tribunal Supremo habilitó al Concello a ejercitar sus potestades de planeamiento, tomando "medidas para armonizar o minimizar posibles impactos". Así, se propone realizar un "apantallamiento" con especies autóctonas para facilitar una mejor transición con el parque de Castrelos.

En Jacinto Benavente, donde el Tribunal Superior de Xustiza anuló la ordenación y el Supremo ratificó la decisión, la ficha del nuevo Plan considera el edificio y la nave de Toys `R´ Us "congruentes" con sus criterios para el entorno de Beiramar: "Apertura de la ciudad hacia el mar, sustitución de usos industriales por usos residenciales y terciarios, y disposición de dotaciones urbanísticas".

En Rosalía de Castro se reconoce el parking subterráneo, una de las causas de la anulación de la ordenación urbanística por el TSXG, y desaparece la consideración de entreplantas, que pasan a ser recogidas en el documento como plantas independientes, lo que se ajusta a su realidad. Los propietarios podrán, de ese modo, solicitar la licencia de primera ocupación. En cuanto a A Pastora, el Plan autoriza nueve plantas para el bloque, lo que permitiría mantener la edificación actual. Como en Jacinto Benavente, el equipo redactor sostiene que la ordenación aquí es adecuada para un entorno en el que predominará la vivienda colectiva.

En Samil se autoriza el uso hotelero en todo el frente, por lo que tendrían cabida los apartoteles, mientras que en los chalés de Canido se resuelve la falta de plazas de aparcamiento público con otros desarrollos del entorno y se adecuan las zonas verdes a los metros edificados. Por último, el Plan Especial en el que se enmarcan las Torres Ifer, que está pendiente de aprobación definitiva, permite alcanzar las 24 alturas.