La Behobia es una de las carreras populares de mayor arraigo entre los deportistas aficionados. Con un trazado tan bello como exigente, sus en torno a veinte kilómetros de recorrido atraen a participantes de cualquier rincón del país y con todo tipo de motivaciones. Desde A Moureira, en la parroquia moañesa de Meira, partió este sábado Kevin González Santiago (1994). No era su primera vez --se estrenó en la edición de 2016--, pero sí la más incisiva. Al menos en su maillot. Tres palabras junto al corazón y otras siete a sus espaldas:

"Búsqueda, verdad y justicia", "Por los 21 del Villa de Pitanxo". Kevin, entrenador personal titulado y profesional del remo, es hijo de uno de los desaparecidos en el buque de Pesquerías Nores Marín, hundido el 15 de febrero en aguas de Terranova.

Kevin González, antes de la carrera Cedida

"Quería venir para dedicarle esta carrera a los 21", resumió a su llegada, tras anotar un tiempo de 01:25:46. Un "buen resultado", aunque no era lo más importante. No esta vez. "Me encontré muy animado, sabía dónde iba a sufrir y tuve la mentalidad muy positiva durante todo el recorrido", explica a FARO desde Euskadi. "Muchas personas que me adelantaban me daban ánimos: ¡venga, va, por los 21!". Entre la multitud, el moañés no corrió solo en ningún momento. "Son gente de mar, nos entienden perfectamente".

Con anterioridad, Kevin exhibió una pancarta reivindicativa tras vencer el Campeonato de España de Bateles con la SD Tirán, disputado también en tierras vascas, así como con el gallego.

Casi nueve meses después del siniestro, en el que perecieron 21 de los 24 tripulantes --el padre de Kevin, Fernando González, iba a bordo como engrasador--, el remero se confiesa "hasta las narices". "Sabemos que esto se va a prolongar durante varios años, pero nos crispa muchísimo la actitud de algunos políticos y la ineptitud de varias administraciones", como Capitanía Marítima. "El proceso va siguiendo su curso y se va a bajar al barco, que es lo que queríamos".

"Búsqueda, verdad y justicia", "Por los 21 del Villa de Pitanxo". El crono fue lo de menos.