Pasó en 2019 con el marrajo y la escena se vuelve a repetir con la tintorera. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la FAO, ha vuelto a ponerse del lado de la flota palangrera gallega en su análisis sobre la situación del tiburón y su posible inclusión en el Apéndice II del Cites (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), lo que supondría un sinfín de trabas administrativas, como ya pasó con el otro escualo. Si entonces el panel de expertos del organismo señaló sobre el marrajo (Isurus oxyrinchus) que “los datos disponibles no proporcionan evidencia de que la especie cumple con los criterios de inclusión”, en lo que respecta a la tintorera (Prionace glauca) se posiciona en contra de la propuesta planteada por Panamá al entender que “no se encuentra amenazada” y que, además, se diferencia bien del resto de las especies de tiburón cuya pesca sí está prohibida, imposibilitando cualquier tipo de confusión.
En el caso del Marrajo, México había planteado su inclusión en el Apéndice II del Cites, que básicamente supone que cada país debe crear y emitir un nuevo certificado, con sus cuotas correspondientes, para posibilitar su exportación. Su aprobación en 2019 trajo consigo paralización de contenedores que incluían la especie porque no se emitían los certificados o paradojas como que había cuota para pescar el tiburón, pero no así cuotas para su exportación. Unos problemas que se han venido arrastrando desde entonces y que ya sucedieron a comienzos de año.
La flota quiere evitar que pase lo mismo con la tintorera. En noviembre tendrá lugar el plenario de la Convención Cites, en el que se tomará una decisión. Y como entonces, el panel de expertos de la FAO ha emitido su posición. Como adelantó Industrias Pesqueras, los especialistas recuerdan que la especie “ya está sujeta a múltiples medidas de gestión en diferentes OROP”, las organizaciones regionales de pesca, y que de salir adelante “puede producir un impacto socioeconómico global que debería, al menos, ser considerado en la propuesta”.
Identificar
De igual forma, destacan que la propuesta de Panamá, respaldada por un supuesto problema para identificar la tintorera a la hora del desembarque, no se sostiene. “Es posible que la carne no se distinga una vez procesada, pero los comerciantes de aletas en los estados con este mercado informan de que el tamaño y las características de las aletas de la tintorera las hacen distinguibles en su forma de producto de mercado”, explican los expertos de la FAO.
El informe, preliminar, respalda de esta forma los argumentos de la flota, que ya alertó de los nuevos problemas que generaría la situación. De hecho, incluso el Ministerio para la Transición Ecológica reconoció que carece del personal necesario para tramitar los expedientes necesarios. No en vano, solo por las lonjas gallegas pasaron en 2021 un total de 1.608 toneladas de ambos escualos, de los cuales el 96% correspondían a la tintorera. Y los mismos porcentajes se dan en el congelado.
