Justo cuando se cumplían cuatro meses del naufragio del Villa de Pitanxo, la tragedia vuelve a sacudir a la pesca gallega. El atunero vigués Albacora Cuatrosufrió ayer una explosión mientras estaba siendo reparado en Seychelles, archipiélago situado en el océano Índico. Tal y como adelantó FARO en su edición digital, el accidente dejó dos fallecidos: el jefe de máquinas y el primer oficial de máquinas. Aunque los dos son vecinos de la ciudad olívica, uno es de origen asturiano y el otro gallego, Ángel Boo, de 35 años y natural de Palmeira, parroquia de Ribeira. Además, ocho personas más resultaron heridas y fueron trasladadas al hospital.
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Fuentes del sector explicaron que el buque sufrió un escape de amoníaco estando en la capital del país, Victoria, y que fue en ese momento cuando se produjo una deflagración. Según informó la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, los ocho heridos fueron atendidos por el centro del Instituto Social de la Marina (ISM) en la zona y trasladados al hospital acompañados de personal sanitario del ISM. Uno necesitó ser ingresado. Al cierre de esta edición se desconocía la identidad del otro fallecido.
El atunero, en su día propiedad de la armadora vasca Albacora, es hoy de la firma viguesa Compañía Europea de Túnidos, con nave en el polígono industrial O Rebullón, en Mos. Según las mismas fuentes, los dueños estaban ayer a última hora trabajando ya para desplazarse al archipiélago, puerto base para los atuneros españoles que faenan en la zona.
El Albacora Cuatro fue construido en 1974 por parte de Factorías Vulcano, siendo uno de los primeros barcos de este tipo construidos en la ría de Vigo. Lo había encargado la empresa Túnidos Congelados S.A. El buque fue reformado en 1998 en las instalaciones del también astillero vigués Hijos de J. Barreras. Cuenta con 88 metros de eslora y 16 de manga.
El tripulante gallego fallecido es Ángel Boo, de 35 años y natural de Ribeira
En el año 2000 el buque saltó a la primera página de los medios tras sufrir un ataque en el océano Índico por parte de piratas somalíes, cuando este tipo de situaciones todavía no eran tan habituales como lo fueron años después. En aquel momento, su tripulación estuvo retenida a bordo durante tres días y no llegó a trascender si la armadora pagó finalmente un rescate.
“Siento enormemente las noticias que nos están llegando sobre la explosión del atunero vigués en las Seychelles, en la que fallecieron dos personas”, señaló el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. A través de su cuenta de Twitter mandó sus condolencias para familiares y compañeros y señaló que la Administración se pone “a disposición de la armadora para el apoyo que precisen”.
También varios ministros escribieron unas palabras en la misma red social, al igual que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “Atento a las informaciones que nos llegan sobre la explosión de un atunero vigués en Seychelles, donde desgraciadamente han fallecido dos tripulantes españoles. Todo nuestro apoyo y cariño a sus familias y nuestros mejores deseos para las ocho personas que han resultado heridas”, señaló.