La secretaria xeral técnica de la Consellería do Mar, Silvia Cortiñas, mantuvo este viernes distintos encuentros con responsables de la Comisión Europea en Bruselas para presentarles un informe elaborado por la Xunta que advierte que las propuestas en las restricciones a la pesca de fondo amenazan a más del 20% de los buques gallegos de artes menores, así como a un tercio del empleo directo de la flota. En concreto, Cortiñas expuso ante representantes de la Dirección General de Medio Ambiente (DG ENVI) y de la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DG MARE) los argumentos del Gobierno gallego ante los planes de la Unión Europea de limitar estas prácticas y un estudio realizado para estimar su impacto.

Así, de acuerdo con este informe, habría casi 900 unidades de artes menores potencialmente afectadas de un total de 3.800 embarcaciones artesanales. Además, teniendo en cuenta que cada barco tiene una media de 2,4 tripulantes, las posibles limitaciones de la actividad perjudicarían a más de 2.100 profesionales. Según las estimaciones de la Xunta, las restricciones tendrían un potencial impacto en la economía gallega de casi 280 millones de euros “contando únicamente la actividad vinculada con las artes menores”. De todo este montante, sobre 120 millones se corresponden con las ventas de sus productos en lonja, que superan las 21.500 toneladas. En cuanto a los salarios de la tripulación, la repercusión está cifrada en unos 44 millones de euros, un recorte medio de salario por marinero de casi 21.000 euros en la flota costera artesanal. A ellos habría que sumar, continúa el Gobierno gallego, el impacto indirecto de los bienes y servicios proveídos a los barcos, que rondaría los 55 millones de euros.

Con la presentación de este informe en Bruselas, la Xunta avanza en las gestiones para “contrarrestar los planes de la Comisión Europea y de otras instituciones comunitarias para imponer limitaciones y restricciones” a la pesca con artes de fondo en aguas europeas.

El objetivo, asegura la Consellería do Mar, es que autoridades competentes “sean conscientes del impacto” que las medidas propuestas al amparo de la estrategia de biodiversidad para 2030 pueden tener, desde el punto de vista socioeconómico, en la flota de artes menores. El documento presentado este viernes en Bruselas da continuidad a otros ya enviados, referidos a “la escasa huella de carbono” y la “nula huella hídrica” que tienen muchas artes de arrastre de menor tamaño.

La Xunta recuerda que “todas las artes de pesca son respetuosas con el medio ambiente si se emplean bien” y que una limitación a la presencia de algunas de ellas “complicaría la actividad de un importante número de embarcaciones y podría derivar en la pérdida de buques y empleos”. En este contexto, Cortiñas defendió en Bruselas que es “un error catalogar algunas artes como perjudiciales” sin tener en cuenta el uso que se le dé, al tiempo que ha reivindicado el “buen hacer de la flota española”, que llevó a que las pesquerías en las que faenan los buques gallegos se encuentren en el rendimiento máximo sostenible (RMS), es decir, el nivel óptimo de capturas.