Uno de los desafíos más importantes a los que se enfrenta el sector de la conserva y del atún en particular –que representa un 69% del total de conservas producidas en 2020 con 246.000 toneladas y generando 12.000 empleos directos– es el mantenimiento y mejora de su producción y lograr soluciones innovadoras en materia de sostenibilidad para el eslabón más importante del mundo de la acuicultura en España: el atún. Por eso las casi 400 empresas, procedentes de más de 30 países y que suponen el 90% de túnido en el mundo, tienen claros los objetivos a seguir. “El futuro pasa por la adaptación al cambio que está en nuestro ADN empresarial”, advirtió ayer Iván Alonso, presidente de Anfaco-Cecopesca en la inauguración de la X Conferencia Mundial del Atún que organiza la organización, a la que acudió el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el secretario general de Anfaco, Juan Vieites, la teniente de alcalde de Vigo, Elena Espinosa y Víctor Casal, director de empresas y Pymes de Abanca.
La pandemia ha evidenciado la dependencia que las empresas han tenido de la tecnología y en particular de la digitalización. Las conserveras no han sido una excepción, pero han sabido capear el temporal por gozar de una situación saneada y competitiva que les ha permitido mantenerse a flote e incluso incrementar su volumen de producción: “La pandemia ha generado turbulencias operativas que solo las empresas líderes han sabido sobrellevar gracias a los socios fiables que comparten la misma visión de negocio”, proclamó Alonso.
Juan Vieites: “Hay que encender la llama de la colaboración para progresar”
El sector es conocedor, desde hace tiempo, que la sostenibilidad, las buenas prácticas en trazabilidad y la igualdad entre países en el respeto a las normas juego es el caballo de batalla entre los que trabajan en el día a día desde el estricto cumplimiento de la ley –España y la política común entre los países de la UE– y los que caminan siempre por un hilo muy fino que, a veces, es imperceptible. Es, por lo tanto, imprescindible, ser más competitivos y más sostenibles. “Hay que encender la llama y buscar ideas que permitan la industria del mar competir a nivel global”, insistió Juan Vieites.
Alberto Núñez Feijóo: “Apostamos por combatir la pesca ilegal y el furtivismo”_
La tecnología es crucial para la consecución de los objetivos. La pandemia lo aceleró todo. La digitalización de muchos procesos de producción “ha permitido adelantar una década la implantación de nuevas herramientas y, con ellas, también tendencias”. Pero el sector aún se encuentra lejos de alcanzar la máxima “productividad, gracias a la tecnología con la que tendremos crecimientos exponenciales aún desconocidos”.
Apuesta de la Xunta
El titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, animó a los 400 directivos del sector, de 30 países, y les instó a mantener un cuidado recíproco. “Preservando el sector pesquero, se preservan también las empresas y sus objetivos”.
El presidente alabó los logros conseguidos por las conserveras de atún durante la pandemia donde “aumentaron un 2% su volumen y un 5% su facturación”, gracias, en gran parte, al incremento del consumo en el periodo de confinamiento donde las latas de conserva ocuparon gran parte de las despensas de los hogares.
Elena Espinosa: “Gracias a la cadena productiva todo funcionó como un reloj”
Además se sumó a la reivindicación histórica del sector para defender una política de respeto al marco común de pesca . “Apostamos por la lucha contra la pesca ilegal, contra el furtivismo. Por hacer compatible la actividad pesquera con la biodiversidad e incorporar los jóvenes a este sector”. Su posición la resumió en “juego limpio y equilibrio”.
En este sentido, anticipó que desplegará un intenso trabajo en Bruselas para que la revisión de la Política Pesquera Común (PPC) se base en la igualdad, la cogobernanza, la sostenibilidad y la renovación generacional. “Esos cuatros pilares son los que sustentan nuestra posición”, dijo.
Iván Alonso: “Hemos superado la pandemia gracias a socios fiables”
Y desde “el córner de Vigo”, que exporta más “pescado que Japón”. Feijóo recordó los siete proyectos presentados a los fondos europeos valorados en “550 millones de euros y más de 1.100 puestos de trabajo directos”. Elena Espinosa, por su parte, puso en valor la cadena de producción agroalimentaria cuando se decretó el estado de alarma y se despertó el temor en la sociedad de un posible desabastecimiento, “que nunca ocurrió gracias a que esa cadena funcionó como en reloj”.