La Confederación Española de Pesca (Cepesca) y su asociada Dakartuna solicitan una solución urgente para la flota cañera que habitualmente pesca especies de túnidos tropicales, como el listado, el rabil o el patudo, en aguas de Senegal, y que lleva 10 meses sin poder faenar en esas aguas debido al veto del país africano a entrar en la bahía de Han para proveerse de cebo vivo, necesario para faenar. Esta prohibición rompe la autorización tradicional que había permitido a la flota española la entrada a estas aguas durante los últimos 20 años.

La patronal señala que desde julio de 2020 ocho buques vascos –con parte de tripulación gallega– permanecen amarrados por los cambios decretados unilateralmente por Senegal. Según los armadores, de prolongarse esta situación, las empresas acabarán en quiebra y alrededor de 140 marineros perderán su puesto de trabajo.