Actemsa es, prácticamente desde su constitución (1994), una de las principales referencias en la industria gallega de importación, exportación y procesado de túnidos. Y asentada en A Pobra, puerto de referencia para la descarga de atuneros en la comunidad. La compañía emplea a unas 250 personas, pero superará las 300 a medio plazo. Construirá, en el mismo concello coruñés, una nueva planta industrial para la transformación de lomos de atún, como avanzó ayer su director ejecutivo, José Luis Escurís, al presidente de la patronal gallega y secretario general de Anfaco, Juan Manuel Vieites. No ha trascendido el volumen de inversión ni la capacidad de transformación de estas instalaciones.

“Este proyecto es necesario para alcanzar la certificación IFS (International Featured Standards) máxima, imprescindible en nuestro sector ante los nuevos estándares del comercio, así como la internacional Foods Defense”, enfatizó Escurís. La futura planta incorporará la inteligencia artificial y la digitalización de los productos a lo largo de toda la cadena de valor. “Destacará –agregó la empresa en un comunicado– por su sostenibilidad medioambiental, con la incorporación de fuentes de energía renovable y eficiencia energética”. Actemsa tiene un volumen de facturación consolidada superior a los 135 millones de euros, según el Registro Mercantil. Está asentada en Brasil desde 2006, tras la compra del 100% de Leal Santos.