Armadoras y asociaciones de la flota gallega quieren evitar a toda costa que se produzca un contagio por coronavirus en alta mar, lo que dejaría totalmente expuesta a toda la tripulantes del buque. Por este motivo, el sector se está armando con todos los equipos de protección individuales (EPIs) que son capaces de conseguir, termómetros sin contacto y, sobre todo, test rápidos con los que comprobar si alguno de los marineros está infectado. "La gente intenta conseguirlos por todos los medios posibles, el problema es que escasean", explica el secretario general de Cepesca, Javier Garat. Escasez que se ha convertido en inexistencia con la intervención de los laboratorios, lo que en algunos casos ha llevado al traste las negociaciones para la adquisición de los test. Por este motivo, desde la patronal pesquera han elevado un escrito a Sanidad, Trabajo y Pesca para que faciliten a la flota test de detección y, con ello, se pueda atender los relevos de tripulaciones.
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La organización de productores de Marín, Opromar, prevé recibir a partir de mañana un pedido contra el coronavirus, en el que además de guantes, mascarillas, pantallas protectoras y termómetros se incluyen 400 test para repartir entre sus asociaciones. Su gerente, Juan Martín Fragueiro, asegura que "no fue fácil" conseguirlos. Otras asociaciones como la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) lo hicieron antes también de forma privada. "Se contrató el servicio de laboratorios para embarcar con ciertas garantías", concreta su presidente, Javier Touza.
Otras asociaciones como la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu) están en estos momentos negociando. "La flota lo demandó desde el principio y como había otras prioridades al final decidimos hacerlo nosotros", comenta su gerente, Juana Parada. Su pedido inicial será de unos 400 test si nada de se tuerce. Quieren evitar que se repita a toda costa casos como el del palangrero Ribel TerceroRibel Tercero, cuyos tripulantes desembarcaron sin que les realizasen test alguno pese a que días antes uno de los marineros tuvo que ser evacuado al presentar síntomas de estar infectado (y que confirmado después).
Otras asociaciones, como Pescagalicia, recibió parte de los 3.000 EPIs que obtuvo la lonja de A Coruña desde el Concello y la Xunta, mientras que la OPP-7, de Lugo, se vio obligada a suspender las negociaciones con un laboratorio tras la intervención de los centros por parte del Gobierno el pasado martes para reforzar así los circuitos de diagnóstico ya existentes. "A día de hoy, no tenemos posibilidad de comprar directamente", lamentaron desde la OPP. Lo mismo hizo Touza. "Nos pusimos en contacto con proveedores farmacéuticos y ahora están intervenidas por la Administración; ahora la posibilidad no existe", indica.
Desde Cepesca, el secretario general reconoce que desde la CEOE les ofrecieron datos de empresas que disponen de test, pero todo "sigue siendo muy difícil". Algo que también recuerdan a Sanidad en el escrito enviado ayer. "Un problema común para todos ellos es la escasez, casi ausencia, de pruebas (test) de detección, mascarillas, guantes y termómetros", recoge el texto.
Por este motivo la patronal pesquera pide al Gobierno que se considere a l os tripulantes de los pesqueros como colectivo sensible y necesitado de test de detección, que se faciliten estas pruebas y otros EPIs, así como adoptar medidas concretas ante eventuales casos de contagio a bordo.
Comité de Crisis
Comité de Crisis
Esta misma reclamación fue realizado por el comité de crisis formado por cofradías (FNCP), pescaderías (Fedepesca) y Cepesca. Consideran que es una "necesidad imperiosa" y que son fundamentales para facilitar el relevo de las tripulaciones en terceros países. El comité también garantiza el abastecimiento de productos pesqueros frescos y congelados a la población, aunque se prolongue el periodo de confinamiento ya que, aseguran, parte de la flota que amarró (sobre todo en el Mediterráneo y Golfo de Cádiz) está retomando paulatinamente la actividad.
