La Asociación Profesional de Autónomos del Mar (Aproamar) criticó ayer a la conselleira de Mar, Rosa Quintana, por su visita a Bruselas para pedir la revisión de la norma por la que cinco cofradías se quedaron sin ayudas comunitarias. Se pregunta "dónde se encontraba la Sra. conselleira" entre 2014 (año desde la que se aplica el reglamento) y 2018 (año en que se denegaron las ayudas) y por qué no actuó antes.

Quintana se reunió el pasado jueves con el director general de Pesca de la Comisión Europea, João Aguiar, para presentarle un informe elaborado por MarInnLeg sobre el caso y se mostró "preocupada" por la situación de los pósitos. "La conselleira no explica cómo no ha acudido antes a entrevistarse, entregar informes y hacerse la foto con director de Pesca de la UE en Bruselas para, supuestamente, convencerlo de cambiar una norma del año 2014", señalan desde Aproamar.

A juicio de la asociación, "se ha creado un problema donde nunca lo hubo" y ahora "coloca a las cofradías en un escenario previsible de la quiebra o insolvencia técnica, para que pueda ser intervenida, fusionada o incluso disuelta" por la Administración. Desde Aproamar entienden que desde la Consellería se busca "introducir una norma acuícola regresiva y neoliberal como la frustrada del finales del año 2015", en relación a la desaparecida Lei de Acuicultura.

No recurrir al FEMP

Por otro lado, Quintana se mostró ayer partidaria de que la UE recurra a fondos adicionales para dar ayudas a armadores y marineros afectados por unas posibles pérdidas tras el Brexit. "El FEMP ya es lo bastante reducido como para aún encima tener que recurrir a él", indicó. La conselleira hizo esta puntualización tras reunirse en Bruselas con el presidente de la European Fisheries Alliance (EUFA), Gerard Van Balsfoort.