La flota gallega que faena en aguas de Malvinas se está preparando para partir hacia el caladero ante la próxima apertura de la pesquería de calamar ( Loligo). Los armadores tienen el 24 de febrero señalado en rojo en el calendario: ese día tendrá lugar el comienzo de una campaña. Lo hace, además, con buenas perspectivas tras los primeros informes. Según armadores consultados por FARO, los científicos de las islas han augurado una buena campaña, aunque no será hasta que pase la primera semana de pesca que se podrá hacer una valoración más segura.

En los muelles vigueses todavía se agolpan barcos que aún no han partido hacía la zona y todavía permanecen realizando las últimas reparaciones o pertrechándose para el largo viaje, como son los correspondientes a las firmas Pescapuerta, Chymar o Marfrío. Otros ya han decidido poner rumbo a las islas del Atlántico sudoccidental, como puede ser el caso de parte de la flota de Pereira, con el nuevo Argos Cíes a la cabeza.

El calamar es una especie cuyas capturas sufren grandes variaciones de un año a otro. Si bien los armadores dan por bueno un curso con unas descargas de en torno a 40.000 toneladas, lo cierto es que en los últimos tres años la cifra fue superada con creces. Y es que desde 2016 los buques vigueses están regresando a la ciudad tras cumplir con campañas de 46.446 (en 2016) y 63.526 toneladas (en 2017), llegando incluso a establecer el mejor registro desde 1995 el año pasado: se llegaron a 78.913 toneladas, casi un 25% más que un año antes.

La campaña está dividida en dos tandas y habitualmente los armadores señalan que la primera es la que marca la diferencia. En el caso de 2018, las 35.827,96 toneladas logradas en la primera zafra hicieron justicia a las 43.085 alcanzadas en la primera.