España continúa a la cola en la ejecución del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEM.) fijado hasta 2020. De los 1.550 millones de los que dispone el país -1.161 son aportados por la Unión Europea- hasta la fecha tan solo se han utilizado 349,2 millones, es decir, el 22%. Pese a que la cifra supone un avance significativo respecto al 3% (42,8 millones) que reflejaban los datos de Bruselas hace un año, la realidad es que hay 18 Estados miembro que superan la ejecución de sus fondos en comparación con la llevada a cabo por Madrid. De ellos, once han logrado rebasar la barrera del 50%. Las dificultades atravesadas por el país en los últimos años (tanto la salida de la crisis como la falta de Gobierno tras las elecciones de 2016) han ralentizado la agilidad a la hora de tramitar estas ayudas. A ello desde el sector pesquero también suman las limitaciones incluidas en la propia naturaleza del fondo al ser creado durante la era Damanaki (la anterior comisaria de Pesca europea).
El actual FEMP fue aprobado el 20 de mayo de 2014 y uno de los primeros problemas que tuvo en España fue que su entrada en vigor no llegó hasta el año siguiente. El programa operativo fue aprobado a finales de 2015 y de los 7.989,4 millones de euros totales (el Ejecutivo comunitario aporta 5.749) al país le correspondieron 1.550, el que más debido a la importancia de la pesca (sobre todo en regiones como Galicia). Tras empezar con mal pie y perder más de un año y medio comenzaron las dificultades a la hora de la ejecución. Entre todos los países tan solo se había utilizado el 2% del total en 2015. Tres años después la cifra se sitúa en el 30% (2.415,5 millones), sobre todo gracias al tirón ejercido en el último curso de países como España.
Los seis países que más dinero tienen del fondo (España, Italia, Francia, Polonia, Grecia y Portugal recibieron más de 500 millones cada uno) suman un total de 5.052,3 millones (el 63,2% del total). De ellos, a día de hoy tan solo han empleado 979,5 millones, es decir, el 19,3%. "A nivel comunitario se ha utilizado muy poco", explica el gerente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), José Antonio Suárez-Llanos. A su juicio, "las trabas burocráticas y los controles de Bruselas hacia los Estados miembro han impedido que se estén transfiriendo esos fondos al sector".
Momento crítico
La vigencia de los actuales fondos estaba pensada para el período entre los años 2014 y 2020. Por este motivo el FEMP actual coincide con uno de los momentos más complicados para el sector pesquera: la salida del Reino Unido de la UE y su efecto en la pesca y la entrada en vigor de la obligación de desembarco (el descarte cero). "Y es una pena que se utilicen tan poco porque estamos en pleno momento de cambio por los descartes y la búsqueda de promoción de productos. Es un tren que no podemos dejar escapar", alerta Suárez-Llanos.
