El Consejo Europeo deberá ratificar este domingo el acuerdo de desconexión ( withdrawal agreement) y la declaración política del Brexit, documentos que establecen un marco jurídico para las relaciones entre Reino Unido y la UE durante el periodo transitorio y sientan las bases para fijar un acuerdo post-Brexit (a partir del 1 de enero de 2021). Representantes de la flota de Gran Sol (Pilar Estévez, armadora con tres buques), Malvinas (Javier Touza, de Chymar, presidente de la cooperativa de armadores de Vigo), y de la Alianza Pesquera Europea (Iván López, también armador bacaladero) abordan, en un debate organizado por FARO, cómo encara el sector su mayor amenaza en las últimas tres décadas.

- Hemos conocido ya el withdrawal agreement y la declaración política del Brexit . ¿Cuál es vuestra primera impresión?

- Javier Touza : Es muy positivo que se haya alcanzado un principio de acuerdo y que se haya vinculado el acceso al mercado con el acceso a los recursos. Ahora bien, ello no quiere decir que no sigamos teniendo incertidumbres, necesitamos garantías. Lo que sí es claro es que, desde ya, debemos trabajar en el post-Brexit, en el día después, buscar unas relaciones de buena vecindad y de mantenimiento del statu quo por el acceso histórico de nuestras flotas a aguas inglesas.

- Pilar Estévez : En el fresco tenemos un problema importante, para que nuestros barcos puedan seguir accediendo a zonas de pesca. Como somos tan pocos y tan pequeños corremos el riesgo de que nuestros políticos se dispersen. El año 2020 está ahí; espero que se defiendan nuestros puntos de vista y podamos seguir adelante.

- Iván López : Desde el principio dijimos que esto iba a ser muy difícil, en el sentido de que casi todos los precedentes legales que teníamos indicaban que la pesca se negociaría por separado, en plan búscate la vida. Esperemos que se aprueben los plazos definidos y los documentos, porque si esto va adelante garantizará que tengamos bazas para negociar. La pesca será una vara de medir del éxito de las negociaciones para uno y otro lado.

-Los documentos incluyen como fecha límite mediados de 2020.

- López: Que se fije para antes del 1 de julio de 2020 permite que estemos en medio de todas las negociaciones y que no se vaya dejando de lado a la pesca, hacia el final. Sí estamos contentos porque el primer paso no es malo, pero hay que prepararse para la negociación, que va a ser dura.

- ¿Cuál es el mayor factor de incertidumbre que perciben en las distintas flotas?

- Estévez : La preocupación es muy, muy grande. Como empresaria con buques de bandera británica, que Europa nos imponga aranceles es grave. Nosotros siempre venimos al puerto de Vigo a hacer las descargas. Vamos a tener control sanitario, y no olvidemos que estamos hablando de productos perecederos. Pero no solo eso, tal y como está estructurada la lonja de Vigo hay una primera y una segunda venta. La primera es para los barcos que vienen y venden sin problemas; la segunda es de productos de importación, y nuestro pescado sería una segunda venta. Nuestros barcos ingleses sufrirán un desgaste terrible a la hora de vender nuestros productos.

Diálogos con FARO | El futuro de la pesca gallega tras el "Brexit" (I)

Diálogos con FARO | El futuro de la pesca gallega tras el "Brexit" (I)

- ¿Teme un deterioro del puerto de Vigo, que pierda peso?

- Estévez : Los armadores sí y, si es una rémora para nosotros, lo será también para el puerto. Nuestros barcos ingleses tendrían que ir a segunda venta, de importación.

- López : Vamos a notarlo de forma muy diferente al resto de Europa, pero también aquí estamos más acostumbrados a estas cosas. Nos hemos enfrentado a la guerra de Malvinas, a la independencia de Namibia, a Argentina en el 81, Argentina en los 90? Y aquí estamos, la resiliencia de Vigo puede aportar muchas cosas a los demás colegas de Europa, que no están tan acostumbrados a estos vaivenes.

- Touza : Tenemos una gran capacidad de adaptación. Nos hemos crecido, hemos sabido luchar en situaciones críticas. Desde el punto de vista de aguas europeas debemos tener en cuenta que, dentro de la cooperativa de armadores, tenemos empresas que tienen barcos con bandera española, pero también con buques abanderados en Inglaterra, Irlanda o Francia, que operan también en Gran Sol. La mayoría de la producción vienen a subastarse a la lonja de Vigo. Si la lonja se resiente en volumen va a tener un impacto importante sobre las 5.500 personas que trabajan todas las noches en ella, pero además está toda la cadena: transportistas, minoristas, distribuidores? Las consecuencias en empleo pueden ser importantes.

- ¿Qué sucede con Malvinas?

- Touza : Es claramente diferente la situación en aguas inglesas, digamos europeas, que en las Falkland. Lo que se puede considerar como derechos de pesca a largo plazo, solo los tenemos la flota española, de armadores de Arvi e integrados en Anamer, con bandera española, y Acemix, de sociedades mixtas. Con los que tenemos bandera malvina son derechos consolidados, a largo plazo, pero los de bandera española tienen mayor incertidumbre. Tenemos una estrechísima relación con el Gobierno malvino, queremos mantener el statu quo, no quieren que se grave con aranceles la importación de pescado, están dispuestos a que la flota de bandera española pueda continuar allí.

- López : Nadie quiere que haya barreras comerciales, pero para eso ambas partes debemos ser conscientes de que ellos se han ido. Queremos seguir igual, pero que no pretendan mantener el acceso a nuestro mercado si nos van a echar a los barcos. Debe ser algo equilibrado para ambas partes. El fresco tendrá un impacto directo, más en las descargas que en el acceso, porque estamos muy poquito en aguas británicas. La solución en Malvinas se presume más sencilla, aunque lo que no podrá ser es un acuerdo entre España y las islas, pero sí hablar con el Gobierno malvino y buscar soluciones creativas. Sí es verdad que en Galicia, en cuanto acceso, no tenemos un problema más directo, pero hay un impacto colateral muy grande si se produce un desequilibrio en las cuotas.

- ¿Por ejemplo?

- López : Hay un pescado, la bacaladilla, que es un gran fondo de reserva del Gobierno español para comprar cuotas mediante intercambios. Tenemos una cuota muy significativa, aunque la mayor parte está al norte de Escocia, que se gestiona para poder traer merluza, rape o, en el caso noruego, bacalao. Si Reino Unido le pega un mordisco grande a esta cuota, también lo estará haciendo a lo que obtenemos a cambio. Ahí es donde afrontamos los desajustes, muy difíciles de anticipara. Los acuerdos comerciales solo son dinero, puedes buscar alternativas; las cuotas no, hay que pelearlas desde el minuto uno.

- Teniendo en cuenta las singularidades de Vigo, y que la negociación será Europa-Londres, ¿cómo se traslada al equipo negociador para que figuren en las conversaciones?

- Estévez : Complicadísimo, ojalá estuviera en la cabeza de algunos de ellos. Es una idiosincrasia tan propia, tan nuestra? de ahí nuestra preocupación, si saben en realidad lo que pasa aquí todos los días. Soy muy positiva, pero es difícil hacérselo llegar. Ojalá que nuestros políticos tengan en cuenta todo lo que se le va diciendo, que sepan lo que estamos pasando. Siempre tienen que ganar dos partes, y es importante, pero que sepan la nuestra.

- ¿Está el sector preparado para asumir y repercutir posibles aranceles?

- Touza : En nuestro caso, se está trabajando sobre unas horquillas de entre el 10 y el 20%, en función del tipo de procesamiento. La imposición de aranceles supone pérdida de competitividad. El calamar, por ejemplo, si al entrar tiene un gravamen de un 10 o un 12%, hay otros productos de otros orígenes que serán más competitivos. Es muy difícil repercutir ese sobreprecio al consumidor, tendremos que hacer un gran esfuerzo para asumir una parte importante poniendo en valor el producto, porque el mercado es muy sensible a las subidas de precio.

- López : No seamos inocentes, la razón de plantear un vínculo a los mercados no es porque creamos que vaya a solucionar la negociación, es para la gente que se vea afectada en el otro lado también participe en el debate nacional. Por eso se hacen las guerras comerciales. Veremos cómo lo paliamos. Lo bueno es que tenemos un gran mercado para absorber todo eso. Si hay un desplazamiento de productos británicos habrá también un hueco para la gente que deja de vender allí y son europeos.

- Estévez : En ningún caso la flota de fresco podría asumirlos. Nuestra venta es en subasta pública, nunca sabes qué precio va a tener el pescado. No estoy en igualdad de condiciones si se aplican gravámenes de entre el 4 y el 8%.

- Touza : Tenemos la tendencia a centrarnos en la imposición de sobrecostes con la implantación de aranceles, pero se va a producir un aumento de costes con los controles en fronteras. Inspecciones, controles, tiempos? Si a eso añadimos aranceles y entrada de producto sustitutivo de otros orígenes, en muchos casos libres de gravámenes, nos va a poner en una situación muy complicada para competir incluso en nuestro mercado.

- ¿Cómo lo afrontan?

- Touza : Hay un agotamiento en el sector. Hemos hecho enormes esfuerzos, con una reducción muy drástica del número de barcos, la capacidad pesquera? Será muy difícil trasladar a nuestra gente que es necesario hacer nuevos sacrificios. Les diría con toda humildad a los representantes políticos que, por favor, antes de tomar decisiones que pueden condicionar el futuro de nuestro sector, tengan en cuenta las consecuencias que se pueden producir. Llegó a haber 450 barcos, la flota invencible de Gran Sol? De bandera española en la cooperativa tenemos 13, 34 en total de los nuestros con otra bandera. Un no acuerdo es el caos.

Diálogos con FARO | El futuro de la pesca gallega tras el "Brexit" (II)

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- López : El Brexit es malo, pero no es culpa nuestra, y nos tenemos que defender. Desde Vigo sí tengo empatía con buques que están del otro lado, con bandera británica, pero si mañana Reino Unido aumenta un 40% sus cuotas, esos amigos nuestros por los que estamos preocupados van a tener un 40% más de cuota. Lo que no tiene sentido es que pidan a la Unión Europea que negociemos teniendo en cuenta los dos lados, eso es imposible, es importante que la presión se haga en el otro lado. No podemos tener posiciones considerando el lado británico; es triste, pero es así. Estamos dispuestos a arrancarnos la tirita de golpe; nos haremos daño al principio, pero no puede ser un proceso que dure diez años.

Diálogos con FARO | El futuro de la pesca gallega tras el "Brexit" (III)

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