El pacto pesquero firmado por Rabat y Bruselas el pasado mes de junio todavía no ha entrado en vigor. La flota gallega está pendiente de la ratificación del acuerdo tanto en la Unión Europea como en Marruecos. Este proceso, además de largo, suele transcurrir sin sobresaltos. Sin embargo, la tensión política existente por el Sáhara Occidental hace peligrar el acuerdo. Y es que según fuentes europarlamentarias, la división en el Parlamento Europeo (PE) es ahora muy importante y puede tumbar la votación que tendrá lugar el próximo mes, lo que lleva a que la flota gallega que faena habitualmente en ese caladero en virtud del pacto esté "inquieta".
El anterior acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos finalizó el pasado 14 de julio. Antes de esa fecha, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) debía resolver si pacto era válido o no tras la cuestión planteada por el Tribunal Supremo de Reino Unido por la denuncia presentada por la organización Western Sahara Campaing (WSC). En febrero, Luxemburgo declaró como "válido" el pacto en un texto confuso en el que, a la vez, excluía al Sáhara Occidental sus aguas adyacentes, donde se concentran el 90% de las capturas de la flota comunitaria.
Con esta situación las duras negociaciones se alargaron hasta que expiró el acto ante la negativa de Rabat de firmar cualquier pacto que no incluyese al Sáhara. Finalmente, el 20 de julio Bruselas y Marruecos anunciaban el acuerdo. En ese momento comenzaba el periplo de ratificación.
Las mismas fuentes europarlamentarias explican que en la actualidad "las fuerzas están igualadas" en el PC, llegando a asegurar que la situación está al 50%. Las presiones que reciben los eurodiputados -algo que se hace más patente en el caso de países que no tienen interés pesquero alguno en Marruecos- son constantes y a día de hoy es imposible atisbar el resultado final de la votación.
La flota gallega ya contaba con no volver a Marruecos hasta 2019. En concreto, tanto el pacto anterior como el que está pendiente de ratificación incluyen cinco licencias para la pesca de arrastre demersal, categoría que cubren exclusivamente barcos de la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef). De hecho, en las negociaciones apenas se vieron atendidas las reclamaciones de esta flota, ya que tan solo se aumentó de 600 a 750 GT la capacidad de los buques que pueden participar.
Para compensar las dificultades generadas por la ausencia de acuerdo pesquero, el Ministerio de Pesca publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) un extracto de orden por el que se convocaron ayudas para los armadores.