La flota gallega que captura pulpo ha ido mermando paulatinamente en lo que va de siglo. Según un reciente estudio llevado a cabo por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) junto a Quadralia, el número de embarcaciones se ha reducido en 28 unidades al año desde 2003. Esta realidad, que desde las cofradías gallegas achacan al cambio entre artes de pesca, es uno de los resultados que refleja la investigación llevada a cabo por Rafael Bañón, Jaime Otero y Alexandre Alonso sobre la pesquería de esta especie tan valorada en Galicia. Publicado en la revista Fisheries Research, el estudio certifica que el cefalópodo llega a los platos de la comunidad desde al menos el período romano, "aunque probablemente desde mucho antes".

Bajo el título El cultivo tradicional de pulpos frente a la costa gallega: historia y dinámica actual, la investigación explica que "los cefalópodos suponen una importante fuente de alimentación humana, siendo uno de los recursos marinos más intensamente explotados a nivel mundial".

Desde el CSIC indicaron ayer que las descargas de pulpo en los puertos gallegos se sitúan en torno a las 2.000-4.000 toneladas al año desde comienzos del siglo pasado. Esta situación vivió una excepción desde mediados de los años 50 hasta finales de los 70, cuando se alcanzaban las 16.000 toneladas al año. Según los autores del estudio, son atribuibles a barcos de arrastre que faenaban en el Banco Canario-Sahariano, los conocidos como cefalopoderos que a día de hoy ya no pueden faenar en esas zonas por decisión de Marruecos y Mauritania.

Del mismo modo, los científicos destacan que existe una disminución del esfuerzo pesquero desde la década del año 2000. Según indican, en la actualidad existe un censo de unos 1.255 barcos con permiso en Galicia para pescar pulpo (datos de 2016). "Aunque el uso efectivo de la licencia era considerablemente menor, de 669 barcos", explica Rafael Bañón, del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) de Vigo.

Según la Federación Galega de Confrarías de Pescadores esta disminución del número de unidades que se dedican a la pesca de pulpo se debe al cambio entre artes. "Hay quien prefiere apostar por otras especies porque les sale más rentable", explica el presidente de los pósitos gallegos, Tomás Fajardo, que también añade que "no significa que se traten de unidades que fueron desguazadas".

Los autores del artículo aseguran que este estudio "proporciona nuevas perspectivas sobre la dinámica actual de la flota dedicada a una importante pesquería de pequeña escala que debería ser útil para la revisión de la gestión actual del recurso y el desarrollo e implementación de nuevos planes de evaluación y manejo para el pulpo común en Galicia".