Cuando las toxinas del género lipofílico, entre las que destaca la diarreica (DSP), mantienen cerrados el 55% de los polígonos mejilloneros de Galicia, ahora se detecta un incremento notable de fitoplancton portador de toxina paralizante (PSP), lo cual obliga a prohibir la extracción en los bancos marisqueros de toda la ría de Vigo.

Las elevadas concentraciones de PSP detectadas por el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) lo han llevado a anunciar al sector que tras haberse cerrado con anterioridad tres de las seis zonas marisqueras de dicha ría mañana se procederá a prohibir también la extracción en las restantes.

Se hace por precaución y de manera cautelar, en previsión de que los niveles de células siga en aumento y acaben rebasando los límites legales. Es el mismo argumento, dicho sea de paso, que se maneja para decretar el cierre de una zona marisquera más en la ría de Pontevedra, donde ya había otra inoperativa desde el día 12.

Todo esto afecta, cabe insistir, a los infaunales, es decir, los bivalvos que, como la almeja, el berberecho o el longueirón viven enterrados en el sustrato.

La proliferación de estos episodios tóxicos, que no amenazan a la salud pública si se consumen productos comercializados por cauces reglamentarios, puede estar directamente relacionada con la abundancia de agua dulce en las rías, después de una primavera tan lluviosa, y su combinación con las subida de las temperaturas en el mar.

El patrón mayor de la cofradía de Redondela, Clemente Bastos, señaló que el cierre de toda la ría "es algo nunca visto" y que "preocupa" al sector. "Ahora enviaremos muestras para que las analicen cuanto antes", explicó el también presidente de la Asociación de Marisqueo a Flote da Ría de Vigo.