Los ataques de piratas se duplicaron en la costa este de África el año pasado, aunque también aumentaron en otras zonas del mundo como América Latina y el Caribe, según se desprende del informe anual Oceans Beyond Piracy (OBC) de One Earth Future (OEF).

La escalada de riesgo también se hizo patente en el golfo de Adén y en el mar Rojo, además de en el golfo de Guinea, donde el año pasado 1.726 marineros sufrieron 97 incidentes pese a que el gasto en seguridad marítima experimentó un incremento de 13,2 millones de dólares a lo largo del año pasado. En Asia, por contra, la situación mejoró y la piraería bajó un 20% respecto a 2016.

La aseguradora española Mapfre, por otro lado, se unió a la campaña de la ONG Oceana y de las Naciones Unidas (ONU) para detener la pesca pirata y se negará a asegurar de forma consciente los buques que figuren en listas negras por participar en la actividad ilegal, según la empresa.