El buque de aprovisionamiento de combate Patiño, construido en Bazán y con puerto base en Ferrol, navega desde este miércoles rumbo a su tercera misión de vigilancia marítima entre el Golfo de Adén y la cuenca de Somalia. En la zona patrullará para disipar y combatir la piratería que amenaza a mercantes y pesqueros, y que en la última semana se ha recrudecido al sur del Índico, como recogió ayer FARO. Los más de 130 tripulantes que lleva a bordo pasaron la Nochevieja en el puerto de Dubái. "Lo más duro fue la Nochebuena lejos de nuestras familias", reza el blog de a bordo del barco, publicado en la web de la Armada. "El 27 de diciembre, y después de 18 días de navegación, atracamos en el puerto de la ciudad emiratí, así que el personal libre de guardia pudo disfrutar de la ciudad a partir de la comida".

El buque de aprovisionamiento reemplazará al Rayo, patrullero de altura de la Armada española. El Patiño ya había participado en 2010 y 2011 en la Operación Atalanta, lanzada por la Unión Europea en 2008 para combatir una amenaza que se consumó con el asalto y secuestro de los atuneros Playa de Bakio y Alakrana. "Esta misión persigue la disuasión de ataques a buques civiles que operan en la zona y la detención, siempre que sea posible, de los sospechosos de haber cometido algún acto delictivo en la mar", expone la Armada. Antes de su singladura el Patiño (1995) fue sometido a un proceso de alistamiento para certificar que está apto para desarrollar la misión que le ha sido asignada y que terminará el 20 de abril.