La campaña del mejillón empieza fuerte este año y con adelanto respecto a ejercicios anteriores. Sucede así gracias a la creciente demanda que llega desde las depuradoras que trabajan con Francia -en lo que al mercado de fresco se refiere- y al tirón que ejerce la industria transformadora, puesto que algunos cocederos trabajan ya el "oro negro" de las bateas gallegas para tratar de satisfacer los pedidos efectuados por diferentes fábricas conserveras.

Aunque no solo la demanda propicia un buen arranque de campaña. También la ausencia de biotoxinas marinas ayuda, y de manera notable. A estas alturas permanecen cerrados una docena de polígonos bateeiros, lo que quiere decir que hay cuarenta disponibles para el abastecimiento, siempre y cuando, claro está, el producto reúna las condiciones apropiadas en cuanto a tamaño.

Todo esto a pesar de que el actual es un momento delicado, puesto que esta época del año se produce el desove; en muchas zonas anticipado considerablemente -y ya finalizado- debido a las propicias condiciones meteorológicas de marzo y abril.

Lo que sucede es que en aquellos polígonos donde todavía no se produjo ese desove el molusco está gordo, aunque sea pequeño, pero allí donde ya desovó tiene poco rendimiento en vianda.

Estas diferencias hacen que la actividad extractiva y comercializadora resulte irregular y varíe considerablemente no solo entre unas rías y otras, sino también dependiendo del polígono y el puerto de que se trate.

"Hay zonas donde el mejillón está flojo porque desovó, pero por regla general puede decirse que la mayoría, aún siendo pequeño, está muy bueno porque está engordando para desovar, de ahí que este sea el momento elegido por numerosos cocederos para empezar a trabajar", explican los bateeiros consultados.

Otros apostillan que "los cocederos están trabajando muy bien porque hay una importante demanda de las conserveras, al igual que está arrancando el mercado de fresco gracias a la demanda de los franceses".

En este caso el producto que tiene más salida es el mejillón conocido como "lacasito", es decir, el pequeño. Se trata de entre 50 y 65 piezas por kilogramo, dando como resultado un tamaño muy demandado a nivel europeo. Sobre todo en Francia, "porque el 'lacasito' es un mejillón similar al que ellos cultivan", aclaran en el sector mitilicultor.

"El inicio de campaña está siendo bueno porque los cocederos estaban parados desde Navidad y suelen empezar, dependiendo del estado del producto y de los episodios tóxicos, en mayo o incluso junio; que este año arranquen tan pronto es buena señal", espetan a pie de puerto los bateeiros.

En la industria transformadora confirman el adelanto de la campaña. Juan Manuel Suárez, de Cocederos Suárez, explica que, "efectivamente, se está trabajando mejillón desde Semana Santa, y aunque los años nunca son iguales en nuestro sector, puede hablarse de un adelanto de la actividad".

La duda ahora es saber si habrá continuidad o no. "Lo que necesitamos es que la campaña que hemos comenzado pueda mantenerse en el tiempo, pues lógicamente si se produce el desove el mejillón tiene menos carne y puede truncar la actividad", puntualiza el empresario.

En cualquier caso, en la actualidad "pueden conseguirse partidas óptimas, aunque se trata de un mejillón todavía pequeño".

En una depuradora de bivalvos como Mariscos Sálvora, en Vilaxoán (Vilagarcía), el ritmo de trabajo con el mejillón -no así con otras especies- es a estas alturas todavía flojo, ya que no suelen intensificar la manipulación del "oro negro" hasta junio o julio. Son conscientes de que "si está desovado y no tiene carne, no tira", por eso prefieren evitar la posible irregularidad de la campaña. Confirman, en cualquier caso, que "los que sí han empezado, aunque con mejillón pequeño, fueron los cocederos y conserveras".