El santiaguiño es uno de los crustáceos más buscados. Brilla por su ausencia en Galicia, y tras la última campaña extractiva, que comenzaba el 1 de octubre y finaliza ayer, confirma que está prácticamente desaparecido.

Tanto esa escasez como la textura y sabor de este marisco hacen que su precio se dispare en lonja. Prueba de ello es que en esta campaña alcanzó el precio máximo más elevado que se recuerda en las lonjas gallegas, con 182,50 euros por kilo.

Pero claro, en tres meses de actividad la flota solo pudo despachar 560 kilogramos de este recurso, con unos ingresos totales de 37.000 euros; muy lejos de los 1.500 kilos de 2014 (79.000 euros), los 939 de 2013 (55.000 euros) e incluso de los 840 kilos de santiaguiño que se despacharon en Galicia en el año 2012 por valor de 38.000 euros. Inalcanzables parecen, desde luego, los 2.527 kilos de este crustáceo vendidos en lonja en 2011 por importe de 106.749 euros; unas cifras que sirven para marcar el mejor balance para esta especie durante los últimos quince años.

Ahora que comienza la veda y se prohibe la captura del santiaguiño, hasta el 1 de octubre, puede decirse que en los últimos tres meses esta especie apenas estuvo presente en las lonjas de A Coruña (235 kilos), Burela (159) y Malpica (107 kilos), ya que en las demás las descargas de santiaguiño se antojan anecdóticas.

Fueron, por ejemplo, 14 kilos en Celeiro, 10 kilo en Vigo y otros tantos en Corcubión, 6 en Muxía y Laxe, 3 en Ribeira, Ferrol y Cedeira, un kilo en Camelle y quinientos gramos de santiaguiño en Fisterra.