El armador del pesquero hundido y patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, asegura que pese a todo lo acontecido ayer es"un día de alegría y para celebrar". Y no era para menos porque su hijo Francisco Rosas, patrón del "Casildo", salvó la vida en el naufragio, junto al marinero Serafín Golobardas. Sobre las 17 horas, Francisco Rosas, de 37 años, casado y padre de dos niñas, recibía el alta en Montecelo y abandonaba en compañía de su padre el hospital rumbo a la casa familiar de Beluso. Serafín permanece ingresado, fuera de peligro, pero en observación.

Francisco Rosas iba a celebrar ayer, precisamente, el cumpleaños de una de sus hijas y esta fecha ya estará marcada en el calendario por partida doble porque, como asegura su padre es como si volvieran a nacer. El patrón mayor recuerda también que muy cerca de donde naufragó su hijo, también él sufrió otro naufragio hace algunos años. Reconoce que a su hijo "aún le costó salir del puente cuando el barco volcó" y que nada más salir bajo el agua acudió junto a Serafín Golobardas que tenía problemas para nadar por un golpe en la pierna: "Se ayudaron uno a otro".