La convocatoria ayer de una reunión entre la flota del cerco y la Xunta, lejos de calmar los ánimos, ha servido para enquistar aún más el conflicto. Tras la batalla campal del martes en Santiago, una delegación compuesta por cinco representantes del sector permaneció durante toda la mañana de ayer en un despacho del Parlamento gallego esperando a ser recibida por algún miembro del PP o de la Xunta.Por la tarde fueron citados -junto a la parte de la flota que aglutina a los barcos de mayor tamaño y que está conforme con el reparto de cuotas-, para un encuentro con el vicepresidente del Gobierno gallego, Alfonso Rueda. Pero a la reunión acudió también la titular de Medio Rural y Mar, Rosa Quintana. Ante su presencia, los portavoces del colectivo que se negaron a sentarse en la mesa y se marcharon.