La temporada del palangre está marcada desde hace un mes por los naufragios, aunque afortunadamente sin víctimas. El episodio del "Ghandi" ayer frente a las costas de Lisboa se suma a lo sucedido desde finales de octubre con otras tres embarcaciones guardesas, aunque dos de ellas con base en el puerto de Vigo.

Así, el 18 de octubre los diez tripulantes del palangrero Rías Baixas Un eran rescatados tras declararse una vía de agua en el barco a unas 500 millas de Cabo Verde. Tres marineros guardeses, un cangués, un portugués y cinco caboverdianos abandonaron el pesquero en tres lanchas salvavidas hasta que otro buque español, el Explorer Tres, salió a su encuentro.

Apenas diez días después, el 31 de octubre, se fue a pique a unas 280 millas de Peniche (Portugal) el palangrero de superficie Francés, con base en Vigo, y siete tripulantes a bordo: tres gallegos (de Gondomar y A Guarda), dos indonesios y dos senegaleses. Sería precisamente un palangrero guardés, el Bonito Dos, quien les auxilió en alta mar tras escuchar la alerta que emitieron por radiobaliza a Salvamento Marítimo.

La mala racha de este tipo de embarcaciones continuó el pasado miércoles, 20 de noviembre, cuando los diez marineros del palangrero guardés Dadimar Dos -cinco gallegos y cinco peruanos-, fueron rescatados ilesos. El barco se hundió a unas 400 millas al norte de Cabo Verde, después de que el patrón diese la alerta de un incendio y una vía de agua. El naufragio del Gandhi ayer vierte aún más dudas sobre el estado en que se encuentra esta flota.