Tras el varapalo sufrido el pasado 19 de febrero, cuando no sus plantemientos no pudieron ser escuchados en el Parlamento Europeo, mañana la flota arrastrera comunitaria y, con un papel protagonista, la gallega y viguesa, dispondrá de una "nueva oportunidad" de exponer ante la Comisión de Pesca de la Eurocámara sus razones contra la propuesta de la Comisión Europea de prohibir en dos años las artes de arrastre y enmalle de fondo para la protección de especies de aguas profundas como congrio, maruca o fletán y ecosistemas marinos vulnerables.

El sector arrastrero comunitario hará oír su voz en la nueva audición pública de la Eurocámara por la de cuatro representantes y, entre ellos, el vigués Iván López, presidente de Agarba. Al tiempo, otro gallego, Luis Rodríguez, presidente de la asociación de armadores artes menores, Asoar,-Armega comparecerá también en la audición, pero para exponer una visión diferente, la de la flota artesanal.

La restricción planteada por la Comisión Europea es considerada por el sector afectado -especialmente en Francia, España, Reino Unido o Polonia- como "desproporcionada, sin sustento científico, contraria al criterio de FAO, planteada sin valorar sus consecuencias económicas y sociales" e incluso "fruto del capricho de algunas organizaciones ecologistas con las que sintoniza la comisaria Damanaki", en palabras del propio Iván López, en sintonía con la patronal pesquera española.

"Nosotros somos los primeros en compartir el objetivo de la CE en proteger tanto los recursos como los ecosistemas, pero con sensatez, no por capricho ni maximalismos; no hay precedentes de prohibir un arte de pesca, no lo plantea nadie en el mundo; habrá que establecer medidas de gestión pesquera adecuadas para proteger los ecosistemas vulnerables pero no así", indicó Iván López. El coste para la flota de una posible prohibición no está estimado "ni siquiera por la CE", pero según cálculos avanzados por López, se verían afectados más de 200 barcos solo en España. Además, reitera que "mientras que las capturas comunitarias de esas especies son el 24% del total, flotas no comunitarias, como la noruega o islandesa, podrían seguir pescándolas, evidentemente para luego vender el 80% de ese pescado en la UE y encima sin aranceles; es un absurdo".