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El amor

La novela gráfica “Llévame contigo” traza un magnífico retrato del deseo, el desamor y el descubrimiento de la orientación sexual en la madurez

Viñetas del libro

"¡El amor mueve el mundo!” ¿Cuántas veces hemos oído una frase como esta? Verdad o no, lo cierto es que ese sentimiento indefinible que tenemos hacia alguien ha hecho correr ríos de tinta, desde la filosofía más sesuda decidida a dar una definición irrebatible, a la biología más rigurosa intentando encontrar relaciones entre el egoísmo de nuestros genes y el enamoramiento. Pero, sobre todo, ha creado ficciones: no sé si el amor mueve el mundo, pero seguro que ha sido el motor de la creatividad. ¿Qué es una película sin una historia de amor?

Más allá del género romántico, el “falling in love” es variable obligada de cualquier obra que se precie, desde la aventura a la ciencia-ficción, pasando por terror, bélico, costumbrista…Hagan un ejercicio fácil: ¿recuerdan una película, libro o cómic donde no haya una historia de amor, por ligera y superficial que sea? Uno podría pensar que estos tiempos de la apropiación capitalista del sentimiento romántico que enunciaba Foucault, el amor sería solo una especie de marca registrada, de elemento indispensable en la publicidad. Y puede que lo sea, pero tengo la sensación de que el amor en estos días de mercadotecnia se ha refugiado más que nunca en las ficciones. Las diatribas filosóficas que nos acompañan desde Platón parecen haber calado poco en una imaginería que, cada vez más, ha idealizado el amor como una ficción, en una utopía inalcanzable de la que se deriva el drama de su imposibilidad.

Humano, poliédrico, visceral e indefinible

Pero no, resulta que el amor es un sentimiento que afortunadamente sigue siendo algo humano, poliédrico, visceral e indefinible. En Llévame contigo (Blackie Books, traducción de Alba Pagan), la artista sueca Anneli Furmark reflexiona sobre ese amor real y palpable, del impacto entre la imagen ideal única que nos invade de los culebrones televisivos y su polimorfismo burbujeante cotidiano. Habla, claro, de la pasión arrebatada, de ese amor imposible de prever que nos invade hasta controlarnos y dejarnos sin aliento: el amor que siente Elise por Dagmar es una atracción entre mujeres que duele en su poder de atracción, de deseo y ansia por la otra. Pero también habla de otros amores que conviven simultáneamente: el de Dagmar por su mujer, a la que no quiere dejar; el de Elise por su marido, sincero, que habla de ese poso de cariño que deja la pasión juvenil para convertirse en necesidad de estar junto al otro en la madurez.

Un trío en el que no hay dramas lacrimógenos, sino vida. Esa donde la alegría sucede a la tristeza, donde la crisis de los 50 es solo una forma de llamar a las pequeñas crisis de cada día. Donde el amor ya no es intransferible e individual, sino que podemos compartirlo de múltiples formas sin que disminuya su fuerza, aceptando sus peculiaridades, pero también las dificultades.

Furmark reflexiona a través de Elise sobre esas esquinas del enamoramiento, que conviven con la ternura, la amistad y el cariño, pero también con la infidelidad, la resignación y la revancha, creando un espacio donde, quizás, la tensión puede ser insoportable, pero también donde la sensación de estar vivo es pura y tangible, que se refugia, precisamente, en ese sentimiento que nos pide cobijarnos en uno de esos rincones de la mano de quien amamos al ritmo pausado de Leonard Cohen, pero sabiendo que mañana puede ser otra mano y otro recodo, con un sentimiento diferente pero que también nos llene y nos deje esa sensación imposible de definir llamada felicidad.   

Llévame contigo es la verdad del amor, lejos de la simplificación y los estereotipos que hemos asumido de las ficciones, en el otro extremo de las imposiciones de los usos sociales, de las costumbres y ritos. Es una búsqueda de la felicidad en la edad madura que asume que el amor puede existir de tantas formas como queramos aceptar y cuya lectura deja paz y, también, alegría.

Llévame contigo

Portada

Traducción de Alba Pagan

Blackie Books

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