En el verano de 1897, el anarquista italiano Michele Angiolillo asesina de tres disparos a Antonio Cánovas del Castillo, presidente del Gobierno español. Son tres también los disparos que un año antes del asesinato de Cánovas recibe Xalbador, novio de Maurizia –trabajadora en el balneario después reconvertido en psiquiátrico–, un joven pelotari que, tras recuperarse, emprende la búsqueda de su misterioso atacante, al que persigue por varias ciudades: formará en París parte de los apaches, las bandas juveniles que aterrorizan la ciudad, frecuentará los bajos fondos de Barcelona, será fotógrafo de muertos y pornógrafo en Madrid...