El reparto de correo en el rural sufrirá restricciones importantes a partir de enero del próximo año. La federación vecinal advierte sobre un Real Decreto que prevé la supresión de la entrega domiciliaria de correspondencia a quienes residan a más de 250 metros de una vía principal.

Desde la federación vecinal se señala que se trata de una medida de gran impacto en Galicia donde la población está muy diseminada "y de una manera especial al rural vigués, pues será necesario determinar qué se considera vía principal para conocer su alcance".

Para seguir recibiendo correspondencia, los usuarios deberán instalar buzones a pie de carretera, como sucede en la actualidad en Portugal para que el servicio de Correos les deposite en ellos la correspondencia, que deberán bajar a retirar los titulares.

Esos buzones se suelen instalar en los cruces y agrupados por núcleos de población, con los datos identificativos de cada residente.

Desde la federación vecinal se iniciará una campaña para que el Concello informe sobre las que se consideran vías principales de cada parroquia para que los usuarios conozcan ya, con la antelación suficiente si han de tener que instalar los nuevos buzones o no.

Esa campaña se suma a la que actualmente en marcha y que se desarrollará en todas las asociaciones de vecinos para que se informe sobre la desaparición de la tarifa eléctrica nocturna y la nueva de discriminación horaria.

La federación exige que se facilite información completa a todos los ciudadanos y que se haga un estudio pormenorizado completo a cada usuario de la tarifa nocturna y las alternativas que se le ofrecen.

La aplicación de la nueva tarifa a partir de junio supone la rescisión unilateral por parte de la compañía eléctrica del contrato de suministro, por lo que el cambio de condiciones debe conllevar que asuma los gastos de adaptación a la nueva tarifa. La federación entregará modelos de alegaciones a los interesados y no descarta otras acciones en defensa de los consumidores.

Casi ochenta mil vigueses afectados

A expensas de lo que resulte de la aplicación del Real Decreto, y de lo que el Concello pueda decidir en torno a los viales considerados como principales, el número de vigueses que viven en el rural y que se verían afectados por la implantación de la nueva medida podría alcanzar los ochenta mil.

La dispersión de la población y la importante extensión del rural del municipio provocará que muchos de los residentes en las parroquias más apartadas del centro deban acogerse a las medidas obligatorias de colocar los buzones comunes en las inmediaciones de los viales principales, en aquellos lugares que se habiliten para ello.

Al problema de la dispersión geográfica de la población viguesa del rural se une, sin duda el derivado de la escasez de medios humanos que tiene en la actualidad el servicio de Correos, como han denunciado de forma reiterada los representantes sindicales de los trabajadores. El del reparto de correspondencia es un servicio más al que afecta esa misma dispersión de población, ya que la atención en el rural vigués es muy compleja para todas las concesionarias.

Esa circunstancia es, sin duda, una de las que han podido influir en el Gobierno a la hora de adoptar la decisión del Real Decreto, sobre cuyas consecuencias concretas para Vigo alerta ahora la federación vecinal.