“Creo que la ópera tiene muy buen futuro; noto la ilusión con la que la gente va al teatro”

La cantante catalana interpreta el papel principal de Desdémona en la tragedia “Otello”, que recalará en el Mar de Vigo el 10 de marzo

La soprano Nuria Vilà.

La soprano Nuria Vilà.

Carolina Sertal

Carolina Sertal

Drama lírico en cuatro actos y con solitas internacionales invitados, la penúltima ópera de Giuseppe Verdi, que estrenó en 1887 en Milán y que está inspirada en el clásico de Shakespeare, Otello, llegará a Vigo el próximo 10 de marzo de la mano de la Compañía de Ópera Leonor Gago Artist Management. El escenario del Mar de Vigo se transformará entonces en la Venecia del siglo XV para acoger la historia de amor y celos del valiente general Otello, su amada, Desdémona, y el maquiavélico Yago. Pasión, traición y venganza son los grandes temas que vertebran esta ópera en la que la soprano Nuria Vilà interpreta el papel de la protagonista femenina.

–Otello es una de las óperas más emblemáticas de Verdi, ¿ha sido un reto asumir el papel principal de Desdémona? ¿Cómo han sido los ensayos con los demás compañeros y compañeras del espectáculo?

–Efectivamente, Otello es una de las grandes obras maestras de la ópera, por lo que yo, personalmente, la he abordado con mucho respeto. También con la sensación de que es un debut, por lo que mi intención es la de hacerlo muy bien, sobre todo desde el respeto. Desdémona es un personaje maravilloso y que dispone de una lírica en la que se demuestra todo su potencial, tanto de colores como de musicalidad, y también tengo que decir que la línea que tiene toda la música es maravillosa, por lo que para mí es todo un lujo poder interpretarla. Con respecto a los compañeros y compañeras que participan en la obra, a algunos los conocía y a otros no, y la verdad es que han sido ensayos muy bonitos donde he podido conocer a gente nueva, pero en los que también ha habido algunos reencuentros, y eso ha sido muy bonito, la verdad.

–A la hora de interpretar el papel de la principal protagonista femenina, ¿qué ha sido lo más complejo?

–La verdad es que Desdémona es un personaje muy diferente a todos los que he interpretado hasta la fecha, porque es un personaje con una pureza y con una bondad extremas. Es un reto encontrar la fortaleza del personaje dentro de esa bondad y también dentro de esa inocencia, podemos decir, cuando a veces has hecho otros personajes que no tienen nada que ver, como por ejemplo, una Violetta Valéry (La traviata), que fue un personaje más activo. Desdémona tiene un punto aventurero, un cierto punto de actividad, pero es una mujer dedicada a la bondad, a la resignación y también a un cierto sacrificio por Otello. Es por esto que he estado investigando y me he encontrado con lo que decía Verdi de Desdémona. Él afirma que Desdémona no es una mujer, sino que es un conjunto de virtudes, un ser nacido para los demás y que es inconsciente de su propio ser, es ese tipo de mujer que se desvive por los demás. Buscar ese punto de delicadeza con ese punto de actividad ha sido el mayor reto para mí, pero ha sido un reto muy bonito.

–¿Cómo suele prepararse para abordar los personajes de las óperas en la que participa?

–Lo primero que hago, sobre todo si es una ópera en la que no he interpretado antes ningún papel, es buscar el contexto de la obra, el contexto tanto político como teatral. Luego lo que busco es sobre todo el libreto, me lo leo y voy analizando cuáles son esos colores que yo puedo dar del personaje. Sobre todo busco mucho las emociones, lo que a mí me transmite el personaje, que en realidad es algo muy subjetivo y depende de cada personaje, de cada rol y también de tu momento vital, porque dependiendo del punto en el que estés tienes una lectura u otra. Personalmente, en el caso de la ópera de Verdi, a Desdémona la veo con mucha admiración, porque es una persona poco estimada para ese sacrificio, cuando ella en su cuarto acto ya ve lo que le va a pasar y canta una de las piezas maravillosas de la obra, como es el Ave Maria de Otello, presentando esta pieza como un rayo de esperanza para sí misma, podríamos decir que es su último rayo de esperanza. La verdad es que reconozco que me fascina. La preparación de los personajes es un proceso muy bonito para mí y, una vez leído el libreto, hago un mapa de las emociones y es entonces cuando empiezo a revisar la música. En el caso de Desdémona, yo ya sabía que me iba a ir bien ese papel porque tiene una tesitura muy lírica en la que yo me encuentro muy cómoda y, en ese sentido, no había dudas. Posteriormente, el hecho de juntar texto y música es una simbiosis que vas encontrando, a medida que vas estudiando el papel, con las maravillas armónicas. A nivel musical, el tejido que logra Verdi es el de encontrar la unión perfecta entre la acción y la música.

–Galicia es una comunidad en la que los espectáculos de ópera tienen un público bastante fiel, ¿esto es algo que ha cambiado con el paso del tiempo, se han incorporado nuevos perfiles, o todavía es un género muy encasillado para un público muy específico?

–Sinceramente, creo que la ópera tiene muy buen futuro y tiene muy buena salud. Los teatros en los que yo he interpretado últimamente se están llenando y especialmente después de la pandemia, eso es lo que yo estoy notando. Y, por otra parte, también noto la ilusión con la que la gente va al teatro.

–¿Y qué esperan de su debut en Vigo?

–Cada ciudad es una sorpresa, no sabes con qué tipo de público te vas a encontrar, pero por nuestra parte podemos decir que vamos con el agradecimiento de poder hacer bien las cosas, así como con la voluntad de acercar la ópera al público.

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