Un centenar de vigueses cambió su sexo desde la entrada en vigor de la ley trans hace un año

El 2 de marzo se cumplirá un año de la entrada en vigor de la conocida como ‘Ley Trans’, una normativa que procura “la igualdad real y efectiva de las personas trans y la garantía de los derechos de las personas LGTBI”. La nueva legislación elimina el requisito del aval médico que certificase la disforia de género o el tratamiento hormonal de al menos dos años que hasta entonces sí se requería para solicitar el cambio de género, a la vez que los adolescentes de 16 años en adelante ya podrán ratificar su autodeterminación de sexo sin el consentimiento de padres, madres o tutores.

La aplicación de este precepto registró una avalancha inicial de peticiones favorecida por la decisión de muchos solicitantes de esperar a la puesta en marcha de la nueva ley, cuya aplicación es inmediata y no está sometida al criterio del juzgado del Registro Civil; es decir, se aprueban y procede al cambio de sexo en todas estas peticiones. En el caso de Vigo, fuentes judiciales del órgano ubicado todavía en los viejos juzgados de la calle Lalín explican que todas las semanas se recibe entre “1 y 2 peticiones” de personas cuya identidad de género no coincide con el sexo con el que nacieron, situando la cifra total superior al centenar de solicitudes.

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El proceso, con la nueva ley, descarga todo trámite burocrático que regía anteriormente. Los documentos necesarios para oficializar el registro son el padrón, la partida de nacimiento y el DNI. Así, quien así lo desee, podrá solicitar un cambio registral por escrito, sin necesidad de presentar ni pruebas ni tampoco testigos. Esta decisión deberá ser ratificada por el solicitante tres meses después, mientras que el Registro tendrá un mes más de plazo que se da para confirmar que se trata de un decisión madura y valorada, al no ser necesario contra ya con este informe médico. En total, el proceso durará unos 4 meses.

Estas mismas fuentes precisaron que si bien no hay una casuística o un perfil único de demandantes de cambio de sexo, sí reconocen que buena parte de las correcciones de identidad de género han sido de “hombres a mujeres”, mientras que en no muchas ocasiones este cambio de sexo ha venido acompañado de un cambio de nombre, ya que “no es obligatorio modificarlo”, ni tampoco de aspecto físico.

Reversiones

Uno de los puntos importantes de Ley Trans es que esta modificación es reversible. Y es que se permite revertir la rectificación registral una vez transcurridos seis meses desde la inscripción en el Registro Civil. Esto implica que transcurrido ese periodo, la persona puede volver a solicitar el cambio. En el caso de Vigo, si bien no son ni mucho menos habituales o frecuentes, sí se han dado de casos de solicitudes de reversiones para recuperar o volver al género inicial. En total, la ley contempla hasta un máximo de tres reversiones.

Esta ley también contempla la posibilidad de que los menores de edad puedan solicitar el cambio de sexo, si bien sí tendrán que cumplir con varios requisitos para esta autodeterminación de género. Los de 12 y 13 años tendrán que pasar por un juez que lo autorice, mientras que los de 14 y 15 años tendrán que hacer el trámite en el Registro Civil con la asistencia de sus padres para demostrar que tienen su permiso. En el caso de Vigo, también se han registrado algunas peticiones pero son “residuales” con respecto al grueso de las solicitudes totales.

Al igual que para otros trámites, la solicitud de información para proceder al cambio de sexo o nombre requiere de cita previa. El Registro Civil de Vigo tiene habilitado, tal y como figura en la página web, los lunes y viernes para la realizar de estas consultas. Para el mes de febrero ya no hay posibilidad de cita mientras que marzo dispone solo de 8 huecos libres.

Posibles recursos

Otro aspecto importante que acompaña también a esta ley es que si bien los responsables deben aceptar cualquier petición de cambio de sexo o nombre, estos pueden rechazarla si sopesan que obedece a fines lucrativos o económicos; a la vez que la decisión puede ser recurrida por el solicitante.

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